30 nov 2015

Un gran dinosaurio: Simba en la prehistoria

* * *     BUENA



Disney Pixar, después del estreno de su obra maestra “Intensa-mente”, estrena su segunda cinta animada en el mismo año y nos introduce en una aventura en la prehistoria. Esta vez, los productores recrean un mundo en una realidad ficticia, en la que los dinosaurios no se han extinguido por el cataclismo que produjo el impacto de un meteorito en la Tierra. Apenas ese peligro cruzó el cielo. En ese mundo, los dinosaurios piensan, sienten y viven como seres humanos y éstos son casi como unas mascotas.
Nominada al Globo de Oro 2016 en la categoría de “Mejor largometraje animado”, la historia nos presenta a Arlo, un pequeño apatosauro que vive junto a su familia en una granja. Pero una pérdida inesperada lo dejará lejos de su hogar.
Junto a Spot, un niño cavernícola sin familia, a quien adopta como propio, deberá enfrentarse a muchos peligros en el largo camino a casa, superando sus más profundos miedos y enfrentando a un mundo completamente desconocido para él.
Uno apenas ve el planteo del hecho disparador del viaje de nuestro protagonista y el desarrollo de la trama, no puede dejar de recordar un clásico animado de Disney, "El Rey León" (1994), especialmente a Simba, su protagonista. Se puede advertir que elementos distintivos de su trama se replican en esta cinta: la tragedia, el sentimiento de pérdida, el amor por la familia, la lealtad de los amigos y el gran retorno a casa. Arlo es, en definitiva, un reflejo de lo que fue Simba. Es por eso que el guión se queda en el planteo de una idea original que no la va sosteniendo a lo largo del metraje. Pero esto no le quita mérito a una historia que divierte, entusiasma y emociona. Divierte porque tiene una serie de personajes entrañables que se encargan muy bien de esa faceta. Entusiasma porque está cargada de acción y escenas logradas. Y emociona: yo no sé si utiliza demasiados golpes bajos, pero si lo hace se los perdono. Mantenerse inalterado frente a escenas de alto contenido emotivo es algo que resulta ser una tarea casi imposible porque, tarde o temprano, uno se deja seducir por esa emotividad. Y eso es algo lindo de rescatar.
Algo que no puede discutirse es la excelente calidad de animación. En particular, la escena en la que Arlo remueve luciérnagas del pasto con su cola es de lo mas bello que se puede apreciar. Por su parte, el oscarizado Michael Danna ("Life of Pi") firma una banda sonora de esas que acompaña a la perfección los distintos climas de la película.
En resumen, un gran dinosaurio es una propuesta animada simpática que, mediante la aventura y el desafío constante de supervivencia, nos lleva a un viaje plagado de emociones. Sin ser demasiado original en su planteo, satisface las expectativas de grandes y chicos. Y un plus para tener en cuenta, porque Pixar de ésto sabe mucho: resulta imperdible el cortometraje animado que precede a la cinta. Animación de lo mejor que se puede encontrar.

Crítica realizada por Leonardo Arce.


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