30 jun 2014

Jersey Boys, persiguiendo la música: El musical de Clint

* * * *   MUY BUENA

Si hay algo que me llama poderosamente la atención es el género del musical. Y que, justamente, sea el versátil y aclamado Clint Eastwood el que proponga una película de ese género, es algo que genera expectativas. Hay que reconocer que el veterano director/productor/actor, aún a su edad, ha asumido un desafío cinematográficos mas grande del que uno cree con esta cinta. Me vinieron a la mente obras como “Los Imperdonables” (1992), “Río Místico” (2003) y “Million Dollar Baby” (2004)” y pensaba sobre el resultado final de “Jersey Boys”, una propuesta diferente en relación a su filmografía. Es que el musical es un género que puede tornarse en un arma de doble filo para un director: un éxito o no tanto. Y muestra de ello es el caso de Tom Hooper con “Les Misérables” (2012). A pesar de ese ejemplo, creo que Clint sale airoso ofreciendo un trabajo que, sin renunciar a su particular estilo, resulta atrapante.
Eastwood no aborda su cinta al estilo de los clásicos musicales de mediados del siglo XX ni de películas de nuestro siglo como “Moulin Rouge” (2001), “Chicago” (2002) o “Soñadoras” (2006). Mas bien, se acerca al biopic con tintes musicales como “Ray” (2004) o ”Jhonny & June, pasión y locura” (2005). Es en esa decisión artística donde todo su talento y pericia van por un camino seguro en el que recrea para la gran pantalla el exitoso musical homónimo de Broadway, ganador de un premio Tony.
La historia cuenta la vida de cuatro jóvenes de Nueva Jersey, desde sus inicios en la delincuencia juvenil hasta la formación de una de las bandas de rock más influyentes de la década de 1960: “The Four Seasons”. Un paseo por sus primeras aventuras, el génesis de la banda, sus grandes éxitos musicales, la fama adquirida, sus vidas familiares, sus problemas de convivencia y la separación definitiva. Un trayecto que atraviesa más de tres décadas.
Debo reconocer que la trama parecía achatarse durante los primeros minutos, pero a lo largo de su desarrollo mostró todo su potencial. Un ascenso que se disfruta. Cada uno de los cuatro protagonistas tiene momentos en que cuentan sus experiencias directamente a la cámara, en primera persona, y eso lo hace interesante. Pero donde más brilla el guión es en la tensión entre los personajes, en las peleas; es decir, en los momentos de drama intenso donde se desnudan las miserias, las envidias, los roces y los cuestionamientos. Hay una riqueza indiscutible en esa faceta del libreto, la que es posible gracias a las formidables actuaciones del elenco, encabezado por John Lloyd Young, Erich Bergen, Michael Lomenda, Vincent Piazza y Christopher Walken. Tanto el primero como el último brillan: John interpretando fielmente al vocalista de la banda, Frankie Valli; y Christopher al mentor de éste (un “Padrino” particular).
En ningún momento vemos una proyección de una obra teatral al cine como suele suceder a menudo con los musicales. Es, sencillamente, una película de principio a fin. Quizás, a modo de homenaje, Clint monta un número musical antes de los créditos finales, en donde todo el elenco baila al son de una de las aclamadas canciones de la banda. Y es un montaje impecable y disfrutable a más no poder. Un cierre casi mágico.
Con sus largos ochenta años, Clint Eastwood sigue demostrando que ningún genero le queda pequeño (o muy grande) y que es uno de los grandes directores que se reinventa y se adapta a lo que se le ponga en frente, con seguridad y sin miedo a nada.

Crítica realizada por Leonardo Arce.



27 jun 2014

Bajo la misma estrella: El amor en tiempos de cáncer

* * *     BUENA

"The fault in our stars" es una película romántica con toques de adolescencia y modernidad que la hace parecer más copada de lo que realmente es. ¡Ojo! Con esto no estoy diciendo que sea mala, pero tampoco es la gran historia de amor del año. No apela a los golpes bajos como la mayoría de los films en los que uno de los dos protagonistas está muriendo de alguna enfermedad terminal, esto es algo para resaltar, pero más allá de esto y algunos elementos interesantes del guión, no es ni tan profunda ni tan trascendente como he leído por ahí. Por momentos se esfuerza demasiado y queda un tanto forzada.
Para situarse un poco en contexto, la historia trata sobre Hazel Grace (Shailene Woodley) y Gus (Ansel Elgort), dos lindos e inteligentes jóvenes con enfermedades terminales, que por esas casualidades benevolentes de la vida, se conocen y entablan una relación amorosa de esas que todas las chicas envidiarían. Cuando comienza la película nuestra protagonista femenina nos habla con ironía sobre las historias edulcoradas que Hollywood suele presentar como realidades de la relaciones amorosas actuales y nos dice que la suya no será así. Bueno... esto en realidad se da en algunos puntos, pero en otros termina cayendo en el almíbar más potente que se puede encontrar en el género de los dramas/comedias románticas. Un ejemplo de esto es la escena del velorio en vida.
Algunos puntos a resaltar son la buena química y la empatía que generan ambos protagonistas con el público. Son medios freakis, nerds, inteligentes, lindos, cercanos y poco estirados, lo que genera que al espectador le caigan muy bien. Esto es importante, porque si vamos a ver un entretenimiento en el que a la pareja principal le va a pasar muchas cosas, algunas de ellas tristes, es necesario que nos sintamos comprometidos con lo que están viviendo, de otra manera sería un fracaso.
Otro elemento bueno es la forma de abordar la temática de la muerte inminente de un enfermo terminal. El director Josh Boone ("Stuck in love") mantiene los golpes bajos al mínimo y dota de buena comedia a situaciones sobre las que no estamos acostumbrados a reírnos. Esto está muy bien porque desestructura y permite ver algo fuera de los clichés, aunque en algunos momentos cae en algunos de ellos.
Personalmente la disfruté pero no me pareció la gran cosa, ya que por momentos se jacta de ser distinta a las demás historias del tipo pero termina teniendo algunos elementos de ellas, disfrazados, pero ahí están. Los más románticos seguro le perdonarán estas falencias y la disfrutarán mucho más.



25 jun 2014

Transcendence, identidad virtual: A la trascendencia se la olvidaron en la casa...

* *       REGULAR

"Transcendence" es de esas decepciones dobles por las altas expectativas que había generado durante su tiempo de promoción. El trailer parecía muy prometedor y el cast reunido era más que atractivo. Johnny Depp junto a Morgan Freeman en un entretenimiento tecnológico con críticas sociales y un gran presupuesto... ¿qué podría salir mal? Al parecer, varias cosas.
En primer lugar y ya lo habrán leído por ahí en Internet, la interpretación de Depp como el Dr. Will Caster fue bastante pobre y chata. Parece que el actor hubiera aceptado el rol a regañadientes para cumplir contrato o totalmente desganado, ya que sus gestos y energía en pantalla fueron tan débiles como un puente de papel. Inexpresivo y plano, esos serían los dos adjetivos que mejor describen la actitud del famoso actor para con este film. Si uno de los protagonistas máximos, en este caso el villano (esto no es spoiler, ya desde el trailer sabemos que así será), no logra conectar con el espectador, ya de base hay un gran problema. Los demás actores hicieron un papel correcto y profesional, pero ninguno logró volar la peluca y dejar al público encantado. Diría que Rebecca Hall y Morgan Freeman fueron de lo mejorcito.
Otro gran problema tuvo que ver con la torpeza con la que se planteó el dilema moral acerca del uso de la tecnología para curar enfermedades y mejorar la genética de los cuerpos humanos. La premisa resultaba interesante, pero en la práctica se perdió el drama moral en pos de hacer un despliegue de efectos visuales y exponer con mucha redundancia la postura de los productores y director (en contra) sobre uso de la tecnología para la genética. Me parece que lo más inteligente es dejar que el espectador juegue con esas ideas acerca de lo ético y moral y saque sus propias conclusiones en lugar de que le estén imponiendo todo el tiempo como debe pensar. 
Se nota que el director debutante, Wally Pfister, tuvo buenas intenciones y lo que quiso exponer con este entretenimiento era ambicioso, pero las circunstancias lo superaron y no supo darle realismo y potencia al guión. Esa ambición con la que encaró el film por momentos se volvió exageración, al peor estilo Hollywood clicheroso y con exceso de uso de CGI.
En general diría que no es una película recomendable, aunque los más fanáticos del sci-fi y los grandes casts puede que le encuentren más elementos interesantes de los que pude encontrarle yo. Mi impresión final es la de un producto que de lejos se ve muy bien, pero cuando uno se acerca un poco más, se da cuenta de todos los defectos que presenta.




23 jun 2014

Ida: Un elegante revisionismo histórico

* * * *   MUY BUENA

"Ida” es la cinta elegida por la República de Polonia para la temporada de premios de cara a los Oscar 2015. Y es una fortuna que los cines de nuestro país la hayan proyectado, con esas “presuntas” intenciones de traer a nuestras pantallas exponentes que amplíen el abanico de ofertas para diversificar los gustos del público.
Esta película es abordada en una época de transición para la historia contemporánea de Polonia (1960), tocando una de las páginas más negras de la historia de Europa y la humanidad. Creo que la cinta es, para los habitantes de aquel país, una experiencia que los moviliza de una manera más sensible que al resto de los espectadores. Y en medio de este marco, el guión encuentra la vía idónea para poner sobre la mesa una perturbadora búsqueda de la identidad, la memoria y la justicia.
La Polonia de la posguerra se encuentra atravesada por la dominación soviética que suplantó la dominación nazi y por las consecuencias del antisemitismo. Anna es una novicia que, antes de tomar sus votos, se ve obligada a visitar a su único familiar vivo: su tía. Tras ese encuentro, sabrá que su verdadero nombre es Ida, la hija de un matrimonio judío víctima de la persecución nazi. Ambas decidirán ir en búsqueda del pasado para que una de ellas descubra sus raíces y su historia y para que la otra alcance la justicia y su paz interior.
Desde el punto de vista estético, no hay nada que reprochar. Cuenta con un trabajo fotográfico envidiable que me hizo recordar mucho a la alemana “La Cinta Blanca” (2009). La excelente dirección utiliza magistralmente planos cortos e intimistas que regala escenas de gran belleza. En definitiva, cada elemento está colocado cuidadosamente para retratar el comunismo imperante, la sencillez y la devastación de la posguerra. En este sentido, alcanza ese objetivo. Pero hay algo que no me permite conectar completamente con la historia. Si bien el guión está muy bien concebido, creo que le faltó un poco de emotividad, quedando dentro del denominador común que presenta muchas veces el cine europeo oriental: la frialdad y la carencia de sensibilidad. Puedo aceptar que esa ausencia de emociones o de explicitación de los sentimientos de los personajes sea una elección artística, pero particularmente prefiero una cinta que genere algo en el espectador, que no lo deje indiferente, que motive, que exaspere o que entristezca, sin caer en el golpe bajo. Esa frialdad se hace muy evidente en su final, un tanto abrupto que produce un gusto amargo.
He aquí la película que puede arrebatarle el Oscar a la Mejor Película de Habla no Inglesa a nuestros “Relatos Salvajes” (2014). A esta altura no es descabellado pensar que ambas películas lleguen a ser candidatas a este premio. Pero Damián debería quedarse tranquilo porque su cinta tiene ese torbellino de emociones de la que la polaca carece casi por completo (sí; en este párrafo está hablando exclusivamente mi corazón).
Mas allá de todo eso, es innegable que las heridas de la posguerra siguen dando tela que cortar en términos cinematográficos, aunque en los últimos tiempos mediante películas de dudosa eficacia. Pero “Ida” es un claro ejemplo de cómo poner de manifiesto un momento histórico con cierta incomodidad y de plasmar una búsqueda de identidad, memoria y justicia de manera tal que no reconozca las barreras del tiempo y el espacio. Válida ayer, hoy, mañana y en cualquier lugar.

Crítica realizada por Leonardo Arce.



20 jun 2014

El hombre duplicado: Laberinto de la psiquis

* * *     BUENA

"Enemy" es una película compleja basada en el libro del escritor portugués, José Saramago, "El hombre duplicado". ¿Por qué digo compleja? Porque este nuevo film del director Denis Villeneuve ("Incendies", "La Sospecha") es de esos trabajos que le exigen al espectador no sólo estar muy atento a los acontecimientos por la carga simbólica que tienen, sino que explora cuestiones de la psiquis humana como la depresión y la demencia, elementos que la mayoría no va a buscar a una sala de cine.
Debo decir que el tipo de narración casi no tiene fisuras, es original y sumamente atrapante, aunque por momentos se torna un poco densa de más. Personalmente, se me hizo difícil entender todo y estar bien atento la primera vez que la vi (sí, la vi dos veces), en gran parte porque no sabía bien con qué tipo de película me iba a encontrar y no estaba del todo predispuesto a usar el cerebro en un 100%. Luego, cuando reflexioné por unos días lo que había vivido y volví a verla, me di cuenta de varias cuestiones que había pasado por alto y pude sacar algunas conclusiones importantes para la tranquilidad de mi psiquis.
Vamos por parte. En primer lugar, "Enemy" no es una película convencional, es decir, tiene un ritmo de narración pausado, alienante y que combina elementos surrealistas. La idea es transmitir las sensaciones que vive el personaje principal y la verdad que lo logra. Uno se siente abatido y asfixiado gran parte del metraje. Esto es algo que a muchos espectadores les va a costar. Ni hablar de los que no son muy tolerantes... Les puede llegar a pasar como un amigo que fue a ver "El árbol de la vida" de Malick esperando ver a Brad Pitt hacer la gran "Leyendas de pasión" y se encontró con reflexiones sobre el universo con dinosaurios incluidos... Se quería morir. Acá uno debe saber de antemano a qué se enfrenta. Referencias kafkianas, hitchcockianas y psicología profunda son parte del menú.
El ritmo es lento, lo que hace que el camino sea un poco más gris, pero para suerte de muchos la película sólo dura 90 minutos.
No van a encontrar respuesta expresa a los interrogantes que les va a plantear el film, interrogantes que no van a ser pocos. Acá es donde entran las ganas de cada uno para ponerse a pensar sobre lo que ha visto. Si no hay un análisis posterior, dudo que la experiencia sea placentera en algún nivel y directamente la tildarán de "bodrio". Es tan compleja que requiere en la mayoría de los casos, volver a verla para entenderla mejor. Esto es una contra.
Para que se den una idea, Jake Gyllenhaal interpreta a un profesor de historia llamado Adam que se da cuenta que hay una persona que es idéntica a él, el actor de cine Anthony, también interpretado por Gyllenhaal. Decide, casi por un impulso enfermizo, conocerlo y encontrarse con él para sacarse algunas dudas. El encuentro no sale como esperaban y ambos se ven envueltos en un juego de suspenso y amenazas que los lleva de a poco a la ruina. En el medio de todo esto, se encuentran Mary (Mélanie Laurent) y Helen (Sarah Gadon), respectivas parejas de los protagonistas, la madre de Adam (Isabella Rossellini) y los medios de él mismo materializados en arañas gigantes.
Una experiencia para probarla por sí mismos. A mi me pareció un viaje interesante, pero no lo suficientemente entretenido como para ir más allá de las 3 estrellas. Un thriller/drama que te dejará reflexionando, y eso siempre es bueno.



19 jun 2014

Como entrenar a tu dragón 2: Un entretenimiento que se anima a más

* * *     BUENA

La película "Cómo entrenar a tu dragón 2" de DreamWorks sigue las aventuras de Hiccup y Toothless ya un tanto más crecidos y encontrando su lugar el mundo, ese conflicto existencial que fue central en la trama de la primera entrega. 
En esta ocasión se topan con un villano que vuelve a la carga, luego de haber estado formando durante años en secreto un ejército de dragones, para destruir a los vikingos, algo que va en total contramano con la nueva vida que han sabido establecer en Isla de Berk hombres y bestias luego de los hechos derivados de la primera peli.
El director Dean DeBlois, el mismo de "Lilo & Stitch" (notar similitudes en los diseños de los dragones con las bestias de Lilo) y "Cómo entrenar a tu dragón", nos vuelve a ofrecer un mundo mágico de colores y con aún más dragones, en el que los conflictos no tienen miedo de abordar algunos temas "difíciles" para películas dirigidas a niños y adolescentes como pueden ser las discapacidades físicas, la muerte y el entendimiento/aceptación de las fuerzas de la naturaleza. Por la valentía de adentrarse en estas temáticas aplaudo a este producto de DreamWorks y creo que gran parte de su éxito radica en ella. No es simple poner en pantalla un protagonista al que le falta un pie y ciertamente tampoco es fácil transmitir un mensaje sobre la esencia de la naturaleza usando como móvil la muerte. Por otro lado, los conflictos que presenta la trama son interesantes y maduros, algo que también hace la propuesta más atractiva para las audiencias no tan infantiles. Quizás aquí también está lo más flojo del film, no por el guión planteado sino por la forma de manejar la narración del mismo, con algunas introducciones torpes, como fue la aparición de la madre de Hiccup y su retome de relación, y algunas resoluciones demasiado rápidas que quitaron credibilidad a los momentos. Se presentan varias subtramas que por cuestiones de tiempo no se pueden desarrollar en mayor profundidad y esto hace que personajes que podrían haber resultado más interesantes queden a mitad a del camino narrativo, como es el caso de Eret (Kit Harington) o el mismísimo villano, Drago (Djimon Hounsou).
Hay también en el film un mensaje acerca de la paz y la guerra que puede resultar un tanto irritante para algunos espectadores, sobretodo aquellos que relacionan la producción con la cultura y mentalidad del país de donde proviene. Que Estados Unidos envíe un mensaje de paz aludiendo a su poderío bélico, no es de lo más coherente que se puede ver en pantalla. ¿A qué me refiero con esto? A la frase final de la cinta que cierra hablando de que "ellos" podrán tener su acero y armamento, pero "nosotros" tenemos a nuestros dragones... no es el cierre más feliz que podrían haber hecho para un film que supuestamente pregona la paz.
Haciendo a un lado las cuestiones políticas que podría inferir la cinta, es en general un buen producto de entretenimiento que además tiene la virtud de abordar temas maduros y sensibles, algo que no se ve muy seguido en el cine comercial.



18 jun 2014

Buenos Vecinos: Riéndose de la adultez

* * * *   MUY BUENA

Nueva comedia zarpada de uno de los directores protegidos de Judd Apatow, Nicholas Stoller ("The Five-Year Engagement"). La verdad que no fui con muchas expectativas al cine, ya que otros productos de la onda me habían decepcionado bastante, como por ejemplo "The Hangover" (2 y 3) o "The change-up", pero terminé pasándola muy bien y riéndome mucho. Es verdad que el film tiene algunos gags un tanto trillados y hasta descerebrados por momentos, pero si nos ponemos a comparar con por ejemplo las películas citadas anteriormente, "Neighbours" es bastante superior, sobretodo por su capacidad de presentar situaciones políticamente incorrectas y hacerlas ver de manera inocente y hasta bien intencionadas.
La pareja conformada por Seth Rogen ("Ligeramente embarazada") y Rose Byrne ("Damas de honor") hace un muy buen trabajo humorístico como padres primerizos que se debaten entre aceptar su condición de adultos o seguir de joda como sus nuevos vecinos, los jóvenes de una fraternidad universitaria que llegaron para llevar a cabo las fiestas más salvajes. A partir de su esfuerzo por tratar de ser vecinos "cool" y a la vez cumplir con sus responsabilidades, se desata una guerra con la fraternidad que incluirá peleas físicas, manipulaciones y traiciones varias manejadas de una manera muy dinámica y divertida. Debo admitir que el niño lindo, Zac Efron ("High School Musical"), hace un buen trabajo también en el plano humorístico, componiendo un personaje que resulta atractivo por su mezcla de estupidez y a la vez inocencia.
Lo mejor de la propuesta se apoya en la satirización de situaciones tan cercanas como el ser padres por primera vez, la cuarentena luego del embarazo para volver tener sexo, la incomodidad de tener vecinos ruidosos y aceptar la adultez entre otras cosas. Es una comedia dirigida claramente a un público más bien adulto, de 25 años a 40 años aproximadamente, que son los que se pueden sentir más identificados. 
El humor físico también toma buen vuelo, sobre todo con secuencias como las que involucran los airbags del auto de Rogen. Son salvajemente entretenidas, es lo único que voy a decir al respecto.
En general no es la comedia más inteligente del año ni la más original, pero es tremendamente efectiva en lo que a diversión se refiere. El juego entre chistes super incorrectos y el mensaje bien intencionado es una fórmula que, bien utilizada como en este caso, logra un combo explosivo de risas que no hace sentir tan incómodo al espectador como puede pasar con un "The Change-Up" por ejemplo. Un verdadero gol de la nueva camada de directores humorísticos.

15 jun 2014

Love Punch: Un matrimonio justiciero

* * *     BUENA

En una época donde las comedias son llevadas adelante por las estrellitas hollywoodenses de turno, que una de ellas sea protagonizada por actores veteranos de acreditada experiencia y trayectoria, aporta cierta frescura de esa que se disfruta. Creo que esa es una de las mayores razones por las que “Love Punch” funciona en términos generales. El director y guionista Joel Hopkins pone en la pantalla grande a Emma Thompson y Pierce Brosnan juntos. Ambos constituyen una pareja de cierta química medida que, sin explotarla al máximo, logra el objetivo pretendido: entretener.
La trama justifica la presencia de tales actores porque dan vida a Richard y Kate, un ex matrimonio. Cincuentones, de buen pasar económico, con hijos ya mayores y sumidos vidas amorosas complicadas, la desgracia los volverá a unir. Un empresario francés desmantela la empresa de Richard, peligrando el futuro económico de todos sus empleados, de él mismo y, desafortunadamente, de Kate también. Para defenderse del fraude del que fueron víctimas, viajan a Francia, en donde se verán envueltos en el robo de una valiosísima joya adquirida por aquel empresario.
Se trata de una comedia romántica de enredos típica que no adolece de ninguno de los elementos que la hicieron popular: el romance, las situaciones disparatadas, un viaje, algunas que otras persecuciones, misiones casi detectivescas y, por qué no decirlo, los clichés clásicos. De modo tal que no aporta nada nuevo, algo que vengo anhelando desde hace mucho tiempo. Sí debo recalcar la inestabilidad de la trama, que no logra uniformidad. Se nota que hay ciertos esfuerzos del director puestos en lograr de modo acabado determinadas situaciones en perjuicio de otras. Esos descuidos imperdonables dan como resultado una película con buenos momentos que divierten, con algunos que son incoherentes, con otros que están demasiado forzados y con otros tantos que son completamente innecesarios.
Aún a pesar de ello, reivindico el dúo protagonista, que pone todo su talento para llevar a buen puerto la historia. Y merece una distinguida mención la pareja de reparto, conformada por Timothy Spall y Celia Imrie, quienes llevan adelante varios de los mejores pasajes de la película. Sorpresivamente, ambos presentan una química más lograda que la de Pierce y Emma. Sorpresa, pero de las gratas.
La cinta cumple. No está abordada para romper esquemas ni para proponer novedades. Pero que haya permitido un espacio para la distracción ya es algo que merece ser destacado. Y celebro que las miradas de la comedia se posen en actores “maduros” y talentosos. Falta mucho para reinventar este subgénero, aunque el camino elegido por Hopkins es el correcto. Buen intento!

Crítica realizada por Leonardo Arce.



14 jun 2014

In-actividad paranormal: in-actividad cerebral

*         MALA

Vuelven Wayans y sus parodias berretas a la gran pantalla. ¿Qué se puede decir sobre el humor fumón de sus películas? Hay varios tipos de humor fumón, algunos en los que luego de estar belauseado el tipo al menos hace un filtro de todas las estupideces que se le ocurrieron y separa la buenas ideas de las pésimas, como puede ser el caso de Seth Rogen o James Franco, y por otro lado está el tipo que con toda la caradurez del mundo tira sobre el guión los chistes más imbéciles que se le pueden haber ocurrido durante la fumata. Wayans parece ser de esta calaña, un tipo que para ganarse unos billetes extras parodia de la manera más descerebrada ciertas películas de moda en el género de terror. Lo peor de todo es que aún hay un grupo de espectadores que sigue gastando dinero en una entrada al cine para "disfrutar" de estas bazofias... Inexplicable.
En esta ocasión las películas parodiadas son sobretodo "El Conjuro", "Sinister" y "El último exorcismo 2", con algunos elementos de la saga "Actividad Paranormal". Parece mentira pero cada vez se preocupan menos por generar algún tipo de reacción que vaya más allá del absurdo. Recuerdo que "Scary Movie" (en sus comienzos) por lo menos trataba de mantener alguna que otra secuencia que buscara producir tensión en el espectador, pero "A haunted house 2" directamente apuesta por los efectos visuales torpes y las caras de idiota que pone Wayans durante todo el film. El reparto que completa tampoco hace un trabajo muy bueno, repitiendo hasta el hartazgo gags que en su momento daban gracia, pero ya los han usado tanto en tantas películas de mala muerte, como es el caso de Cedric The Entertainer, que perdieron su efectividad en un 100%.
Si mucho más, es una película que no tiene ningún tipo de trabajo argumental, con chistes pobres y gastados y malas actuaciones. Diría que quizás los seguidores de este tipo de parodias puedan llegar a encontrarla divertida, pero en lugar de esto prefiero preguntarles, ¿¡POR QUÉ SE SOMETEN A ESTO!? Es totalmente nocivo para el cerebro, lo adormece y lo contamina de momentos más que olvidables. Paren de darle dinero fácil a gente sin talento. Amén.



12 jun 2014

Un golpe de talento: Una de baseball que entretiene

* * *      BUENA

"Million Dollar Arm" es una nueva película de temática deportiva de la factoría Disney que llegó tímidamente a las salas de cines argentinas. En esta ocasión el director Craig Gillespie ("Fright Night", "Lars and the real girl") nos presenta la historia de un engreído agente de las grandes ligas de baseball que para salvar su negocio y carrera se ve obligado a buscar nuevos talentos fuera de los Estados Unidos. Una noche de desesperación, se le ocurre la idea de realizar un reality show en algún país del tercer mundo para descubrir a las nuevas estrellas del baseball que lo devolverán a la gloria. Acá hay por supuesto un prejuicio típico estadounidense acerca de los países de bajo desarrollo industrial y esto se nota sobretodo en la selección de tomas a mostrar de las ciudades que recorrieron, pero bueno, no es algo tan importante como para ponerse a filosofar sobre el tema.
Para comenzar digamos que es un entretenimiento de los que comúnmente se llaman "familiares", es decir que de base tiene varias limitaciones impuestas por el paradigma de lo que se cree es adecuado para la audiencia familiar en su conjunto, esto es la ausencia de oscuridad en el guión y la escasez de drama en el desarrollo del mismo. Más allá de esas demarcaciones que hacen los estudios cuando se trata de un género familiar, el film logra entretener y enganchar a la mayoría de los espectadores, y esto es producto en gran parte de la buena labor de sus protagonistas, el ascendente Jon Hamm ("Mad Men") que hasta el momento lo veíamos sólo en la TV, la contraparte femenina Lake Bell ("Amigos con derechos"), Alan Arkin ("Little Miss Sunshine") y los muchachos de la India, Suraj Sharma ("Life of Pi"), Madhur Mittal ("Slumdog Millionaire") y Pitobash ("3 Idiots").
Por otro lado, si bien la historia no es de lo más original, de hecho tiene varias similitudes con "Jerry Maguire", nos ofrece momentos de enseñanzas positivas pero sin que parezcan aburridas o aleccionadoras. Pone a la personas por sobre todo lo demás y eso es algo que si se maneja bien, da buenos resultados de empatía con el público espectador.
Hay algunos momentos realmente divertidos y otros que directamente entran en la categoría de cursi, pero en general "Million Dollar Arm" logra salir airosa y hace pasar un buen rato, con pocos recursos narrativos pero bastante corazón.



7 jun 2014

A million ways to die in the west: Un western “escatológico”

* *       REGULAR

A Seth MacFarlane, creador de las series animadas americanas “American Dad” y “Family Guy”, no se le ocurrió mejor idea que regresar a la gran pantalla tras el éxito de “Ted” (2012) para ponerse, esta vez, delante de la cámara y protagonizar “esto”. Es verdad: Seth es propietario de un estilo humorístico tan particular que no todos logran apreciar. Lamento informar que no estoy incluido en ese círculo de aduladores de tal humor irreverente. Porque su segunda incursión cinematográfica me pareció un absurdo incomprensible que roza lo innecesario.
Ambientada a fines del siglo XIX en el Lejano Oeste, MacFarlane encarna a Albert Stark, un criador de ovejas que es abandonado por su novia (Amanda Seyfried), retado a duelo por el tercero en discordia (Neil Patrick Harris), entrenado por una hermosa pistolera (Charlize Theron) y perseguido por un peligroso bandido (Liam Neeson). Adviértase que se trata de Seth y un poco más de Seth; es decir, sólo Seth y nada más. El resto del elenco, bien gracias, es puesto como adorno para festejarle las ocurrencias a nuestro simpático protagonista, para serle funcional al puñado de chistes fáciles que se arrojan durante el metraje. Un desperdicio que no se haya aprovechado el talento de los actores para desarrollar un poco más los personajes secundarios y, de esta manera, enriquecer el guión.
Y aquí está el problema: el guión. Es que cuando una comedia aspira a fabricar carcajadas mediante chistes sexuales y escatológicos en altas dosis y de manera exclusiva, estamos ante un grave problema. El resultado final de esa decisión artística justifica plenamente el titulo de esta reseña. Hay que tolerar los clichés facilistas, el mal gusto y la previsibilidad durante más de dos horas. Aún no logro captar la lógica de la trama; no entiendo la necesidad extrema de ofrecer vulgaridad elevada al cuadrado con la esperanza casi intacta de que ello oficiará como hilo conductor para la risa. Hay otros modos de divertir al público sin ir por esos caminos.
Esta cinta no llega a calificar de mala gracias a unos breves momentos en los que somos testigos de sorpresivos cameos: por ejemplo, el del “Doc” Emmet Brown de la saga de Robert Zemeckis “Volver al futuro” y el de Jamie Foxx, bajo el sombrero de Django, el protagonista de la última película de Quentin Tarantino. Fuera de eso, está destinada al olvido. Y menos mal.
Creo que MacFarlane trastabilló muy mal intentando (porque considero que tampoco lo consigue) “parodiar” el género hollywoodense por excelencia: el western. Habrá que ver si se merece el perdón luego de semejante ofensa. Mientras tanto, se encuentra trabajando en su futuro proyecto cinematográfico: “Los Picapiedras”. Que el cielo nos proteja.

Crítica realizada por Leonardo Arce.


5 jun 2014

Luna de miel en familia: La nueva farsa de Sandler

*         MALA

Se repite la fórmula del chiste fácil y verborragia humorística a la que nos tiene acostumbrados Adam Sandler. Por un momento pensé que al volver en dupla con Drew Barrymore ("50 first dates", "Duplex") la cosa iba a subir un poquito de nivel, pero no, fui muy inocente.
Es extraño, pero muy de vez en cuando algunos de sus chistes logran causarme gracia como en "Just go with it" o "50 first dates", que tampoco eran una cosa de locos pero a las 3 estrellitas llegaban, pero definitivamente "Blended" no es el caso.
Para empezar hay una desfachatez total con respecto al timing de los gags. Hay chistes muy tirados de los pelos y escenas creadas solamente para dar sentido a algunos de ellos, sin importar demasiado la dinámica del guión. Creo que durante los 117 minutos que dura el film me debo haber reído unas 2 o 3 veces de manera tímida. En mi barrio eso no es una buena comedia.
Y si seguimos hablando de fórmulas trilladas, van a ver que no faltarán las clicherosas referencias a la raíces judías de Sandler, las cuasi miradas cómplices del actor a la cámara, su "ternura" bruta para con sus hijos, las situaciones forzadas y mal actuadas... y así podría seguir por al menos 3 renglones más.
Algo que me había atraído un poco al principio fue el hecho de que la acción se trasladara al continente africano, pero la verdad es que termina siendo una cuestión meramente accesoria que no cumple para nada con su función de contexto. De hecho se centraron mucho más en filmar en un hotel que en la naturaleza que puede ofrecer una locación maravillosa como es Sudáfrica, y eso es un pecado.
El grupo musical con el que quisieron evocar al de "Loco por Mary" y que va acompañando algunas de las situaciones que les toca vivir, es realmente paupérrimo y lo pone a Terry Crews en un rol más ridículo del que acostumbra. 
No hay mucho más que decir... una comedia más de Adam Sandler pensada para su público captivo que, ponga lo que ponga en pantalla, lo sigue bancando. Yo no lo banco más.



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