17 mar 2017

Silence: Reflexión que desafía

* * * *  MUY BUENA

"Silence" podría encasillarse dentro de esos títulos de Martin Scorsese que no son tan fáciles de disfrutar. Están "El lobo de Wall Street" y "La invención de Hugo Cabret" por un lado y también tenemos títulos más dificiles y desafiantes de ver como "La última tentación de Cristo". Este nuevo trabajo del director está mucho más cerca de este último título.
La historia se centra en una dupla de misioneros cristianos portugueses que se embarca en un viaje para encontrar y salvar a otro misionero más viejo que fue secuestrado por japoneses anti cristianismo allá a mediados del siglo XVII.
Hay quienes dicen que el misionero Ferreira (Liam Neeson) renunció a su fe y ahora vive como un japonés más, pero Rodrigues (Andrew Garfield) y Garupe (Adam Dirver) se niegan a creer esta historia y se disponen a ir en búsqueda de su hermano de fe, algo que será mucho más arduo y peligroso de lo que imaginaron.
Para el espectador desprevenido, mucho cuidado, pueden ser casi 3 horas de tedio. Su ritmo es pausado, se enfoca mucho en los diálogos y en la recreación de los momentos de van viviendo sus protagonistas. No esperen acción o a un Liam Neeson enojado trompéandose con algún nipón karateca. No está ni cerca de ser una película de ese estilo. Diría que "Silence" es más bien una historia cinematográfica que busca momentos de reflexión profunda acerca de la naturaleza del hombre y su forma de vivir la religión. El film tiene algunas secuencias realmente difíciles de ver, con torturas reales que afligen y que nos hacen enojar sobre lo que somos capaces de hacer como seres humanos. No es un trabajo para distenderse, sino por el contrario para estresarse un poco y sufrir con sus protagonistas. ¿Esto quiere decir que es un moco? Lejos de eso. Es una película muy interesante que desafía, interpela, que invita a disfrutar de un cine que no solemos ver tan seguido, un cine más artístico y menos convencional, que no se ata a una de esas fórmulas que son tan habituales y se arriesga a contar un relato haciendo hincapié en lo que desea mostrar y no en lo que debería mostrar para agradarle a las masas. Va a tener muchos detractores, sobre todo entre los espectadores, pero si se dejan llevar van a poder deleitarse con poderosas interpretaciones de sus protagonistas, con una fotografía espectacular y por sobre todo con una trama que los hará sufrir y preguntarse sobre la condición del ser humano.
Uno de esos títulos que son para ver una o dos veces en la vida, pero que te desafiarán a salirte de la zona de confort para adentrarte en un momento de relfexión.


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