* * REGULAR
"3 días para matar" es una película bastante extraña porque es desordenada, un tanto incoherente y no se decide sobre cuales géneros transitar, pero lo más extraño es que a la vez puede ser entretenida por momentos, demostrar buenas secuencias de acción y buenas actuaciones. Es bastante desconcertante, por lo que diría que basándome en mis sensaciones finales le pondría como nota un 5.
En primer lugar hay una similitud inmanejable con la franquicia de "Taken", producto que fuera escrito por Luc Besson, quien también escribió el guión de esta película. Padre que cuida celosamente a la hija y es un áspero de aquellos, ciudad europea como contexto de la trama, ex mujer que lo detesta pero a la vez lo quiere, villanos por montones, entre ellos, gente de la alta sociedad europea... etc.
Ethan Renner (Kevin Costner) es un agente de la CIA que es desechado del cuerpo secreto por su estado terminal debido a una enfermedad. Debido a esta circunstancia se pone melancólico y decide tratar de arreglar las cosas con su ex esposa (Connie Nielsen) y recuperar el afecto de su hija ya adolescente (Hailee Steinfeld). Cuando todo se va dirigiendo hacia la senda del drama familiar, empiezan a haber chistes que suman humor un tanto básico a la trama y luego aparece una femme fatale (Amber Heard), que también trabaja para la CIA, que lo vuelve a contratar para matar villanos con la promesa de proveerle una posible cura para su enfermedad terminal y dinero, por supuesto, mucho dinero. Acá empieza el desorden más grande. Secuencias de gran acción se mezclan con gags que quieren ser divertidos pero no lo logran, luego entra en escena la complicada interacción familiar cuyos problemas por momentos son tomados con seriedad y al instante inmediato con el humor más banal. Ya llegando al nudo de la trama, se entremezclan las buenas actuaciones de por ejemplo el protagonista, Kevin Costner, con la labor más floja de los villanos, interpretados por Richard Sammel (El Lobo) y Tómas Lemarquis (El Albino). Super irregular.
En general creo que a la mayor parte de los espectadores no le va a convencer la película, pero quizás aquellos más fanáticos de la acción puedan conformarse con las buenas secuencias obtenidas por el director McG ("Terminator Salvation", "Charlie's Angels"). El director y los escritores no logran armar un entretenimiento coherente sino que van corriendo y tropezando a lo largo de todo el metraje. Justo cuando parece que la carrera va a agarrar ritmo, siempre se cruza una piedrita que entorpece la dinámica.
En primer lugar hay una similitud inmanejable con la franquicia de "Taken", producto que fuera escrito por Luc Besson, quien también escribió el guión de esta película. Padre que cuida celosamente a la hija y es un áspero de aquellos, ciudad europea como contexto de la trama, ex mujer que lo detesta pero a la vez lo quiere, villanos por montones, entre ellos, gente de la alta sociedad europea... etc.
Ethan Renner (Kevin Costner) es un agente de la CIA que es desechado del cuerpo secreto por su estado terminal debido a una enfermedad. Debido a esta circunstancia se pone melancólico y decide tratar de arreglar las cosas con su ex esposa (Connie Nielsen) y recuperar el afecto de su hija ya adolescente (Hailee Steinfeld). Cuando todo se va dirigiendo hacia la senda del drama familiar, empiezan a haber chistes que suman humor un tanto básico a la trama y luego aparece una femme fatale (Amber Heard), que también trabaja para la CIA, que lo vuelve a contratar para matar villanos con la promesa de proveerle una posible cura para su enfermedad terminal y dinero, por supuesto, mucho dinero. Acá empieza el desorden más grande. Secuencias de gran acción se mezclan con gags que quieren ser divertidos pero no lo logran, luego entra en escena la complicada interacción familiar cuyos problemas por momentos son tomados con seriedad y al instante inmediato con el humor más banal. Ya llegando al nudo de la trama, se entremezclan las buenas actuaciones de por ejemplo el protagonista, Kevin Costner, con la labor más floja de los villanos, interpretados por Richard Sammel (El Lobo) y Tómas Lemarquis (El Albino). Super irregular.
En general creo que a la mayor parte de los espectadores no le va a convencer la película, pero quizás aquellos más fanáticos de la acción puedan conformarse con las buenas secuencias obtenidas por el director McG ("Terminator Salvation", "Charlie's Angels"). El director y los escritores no logran armar un entretenimiento coherente sino que van corriendo y tropezando a lo largo de todo el metraje. Justo cuando parece que la carrera va a agarrar ritmo, siempre se cruza una piedrita que entorpece la dinámica.
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