* * * * MUY BUENA
"El justiciero" vuelve a juntar al que ya podemos decir es una leyenda del cine, Denzel Washington ("Hombre en llamas", "Día de entrenamiento") con el director de acción pensilvano Antoine Fuqua ("Día de entrenamiento", "El Tirador") para deleitarnos con 132 minutos de una historia de muchas peleas a puño limpio y armas varias.
La película es la adaptación al cine de una serie de televisión de los 80s que duró unas 4 temporadas. La misma trataba sobre un ex agente de inteligencia que se dedicaba a ayudar a gente de clase trabajadora que era damnificada por actos de corrupción. En este nuevo film de Fuqua, Denzel es ese justiciero.
Particularmente recomiendo a los que no vieron la serie, no verla antes del film, ya que de esa manera la trama les resultará un poco más misteriosa y sorpresiva. Los que ya conocían la serie, no se van a sorprender más allá de la nueva carga de violencia que tiene la peli y el carisma que destila Denzel en pantalla. "The Equalizer" es todo Denzel, él es el protagonista absoluto y la verdad es que la sabe llevar como un duque. Historias sobre justicieros hemos visto muchas veces en cine, por lo cual la trama no nos ofrece algo totalmente original, pero la forma en que está producida y el picante que le mete el protagonista la convierte en un producto de entretenimiento espectacular.
Todo va in crescendo, presentándonos al principio al justiciero como una persona retirada, buscando vivir en paz y que los demás puedan hacerlo también. En un bar al que va todas las noches a leer y tomarse un te que él mismo lleva, conoce a adolescente prostituta rusa (Cloë Moretz) que está en problemas. Al principio su ayuda se limita a darle consejos de vida, para que deje atrás la prostitución y siga su sueño de convertirse en cantante, pero cuando se entera de que la piba recibe una golpiza tremenda que la deja internada en el hospital, su ayuda va más allá y aparece el justiciero frío y despiadado que todos estamos esperando. ¿Quién no fantaseó con ser un paladín de la justicia áspero con habilidades de combate extraordinarias? Bueno, McCall, el personaje de Denzel, es esa fantasía que alguna vez hemos tenido. Se enfrenta a los corruptos y los pone en su lugar, primero dándole la oportunidad de tomar la decisión correcta y si no escarmientan, los limpia de la faz del planeta a puño limpio o usando armas caseras a lo MacGiver.
La trama no es fabulosa, debo admitirlo, ya que si bien mantiene aspectos de la personalidad de nuestro protagonista de manera misteriosa, la resolución del conflicto narrativo es previsible y casi no presenta vueltas de tuerca. Es lo que se ve desde el principio y nos damos bastante cuenta de cómo terminará todo.
En cuanto a aspectos técnicos, Fuqua hace un despliegue fabuloso de peleas, muy bien coreografiadas y tratadas con una elegancia que la pone por encima de otros exponentes del género.
Un verdadero blockbuster para disfrutar sin muchos prejuicios, dejándose llevar al mundo Denzel y delirar con peleas muy imaginativas.
La película es la adaptación al cine de una serie de televisión de los 80s que duró unas 4 temporadas. La misma trataba sobre un ex agente de inteligencia que se dedicaba a ayudar a gente de clase trabajadora que era damnificada por actos de corrupción. En este nuevo film de Fuqua, Denzel es ese justiciero.
Particularmente recomiendo a los que no vieron la serie, no verla antes del film, ya que de esa manera la trama les resultará un poco más misteriosa y sorpresiva. Los que ya conocían la serie, no se van a sorprender más allá de la nueva carga de violencia que tiene la peli y el carisma que destila Denzel en pantalla. "The Equalizer" es todo Denzel, él es el protagonista absoluto y la verdad es que la sabe llevar como un duque. Historias sobre justicieros hemos visto muchas veces en cine, por lo cual la trama no nos ofrece algo totalmente original, pero la forma en que está producida y el picante que le mete el protagonista la convierte en un producto de entretenimiento espectacular.
Todo va in crescendo, presentándonos al principio al justiciero como una persona retirada, buscando vivir en paz y que los demás puedan hacerlo también. En un bar al que va todas las noches a leer y tomarse un te que él mismo lleva, conoce a adolescente prostituta rusa (Cloë Moretz) que está en problemas. Al principio su ayuda se limita a darle consejos de vida, para que deje atrás la prostitución y siga su sueño de convertirse en cantante, pero cuando se entera de que la piba recibe una golpiza tremenda que la deja internada en el hospital, su ayuda va más allá y aparece el justiciero frío y despiadado que todos estamos esperando. ¿Quién no fantaseó con ser un paladín de la justicia áspero con habilidades de combate extraordinarias? Bueno, McCall, el personaje de Denzel, es esa fantasía que alguna vez hemos tenido. Se enfrenta a los corruptos y los pone en su lugar, primero dándole la oportunidad de tomar la decisión correcta y si no escarmientan, los limpia de la faz del planeta a puño limpio o usando armas caseras a lo MacGiver.
La trama no es fabulosa, debo admitirlo, ya que si bien mantiene aspectos de la personalidad de nuestro protagonista de manera misteriosa, la resolución del conflicto narrativo es previsible y casi no presenta vueltas de tuerca. Es lo que se ve desde el principio y nos damos bastante cuenta de cómo terminará todo.
En cuanto a aspectos técnicos, Fuqua hace un despliegue fabuloso de peleas, muy bien coreografiadas y tratadas con una elegancia que la pone por encima de otros exponentes del género.
Un verdadero blockbuster para disfrutar sin muchos prejuicios, dejándose llevar al mundo Denzel y delirar con peleas muy imaginativas.
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