Los 33: Esperanzas desenterradas

* * *     BUENA

Coproducción chilena-norteamericana y filmada en Chile y Colombia por una directora mexicana, "Los 33" es una película que retrata la épica historia de los famosos 33 mineros que quedaron atrapados bajo el suelo en una mina de Chile el 5 de agosto de 2010. Basada en un libro escrito por uno de los sobrevivientes, la historia cuenta con un elenco compuesto por actores españoles, franceses, mexicanos, brasileros y norteamericanos, entre otros. Uno advierte la multiplicidad de nacionalidades que convergen en la cinta (iberoamericanos en un gran porcentaje) y, sin embargo, se decidió rodarla en inglés. Da para pensar.

No hace falta reseñar con precisión los acontecimientos planteados en el guión ya que son de público conocimiento y de fácil alcance para cualquiera. Muchos de nosotros tuvimos la posibilidad de seguir el día a día de una tragedia que movilizó y mantuvo en vilo a todo el planeta. Y ni hablar de la transmisión en vivo y en directo del rescate que puso fin a más de 70 días de cautiverio. La mina San José en el desierto de Copiapó y los más de 700 metros que separaban a los mineros de la superficie fue el escenario donde se dieron cita los más experimentados equipos de rescate. La cinta presupone que esa información es manejada por el espectador y la recrea. Pero este punto no es el indicador de la debilidad del libreto.

Antonio Banderas, Mario Casas, Rodrigo Santoro, Gabriel Byrne, Kate del Castillo y Juliette Binoche son algunos de los actores que participan en este proyecto, cuyo guión tiene, al menos, tres aristas bien diferenciadas. En primer lugar, la vida diaria de los 33 mineros bajo tierra y los conflictos que se plantean. En segundo lugar, los familiares que exigen un rescate urgente afuera de la mina. Y en tercer lugar, el presidente y el ministro de minería chilenos que tienen a su cargo la planificación de ese rescate.

Aún cuando todo es correcto y mantiene consistencia, la debilidad del libreto radica en la ausencia de matices en los hechos. La trama se mantiene en nivel neutral de principio a fin, aspirando a recrear los sucesos de manera objetiva. En ningún momento se deja entrever la postura de la directora y del guionista frente a la historia. El elemento subjetivo queda en el fuero interno del espectador quien, a la luz de lo que va viendo, rememorará los acontecimientos reales para sacar sus propias conclusiones. ¿Quién tuvo la culpa de esta tragedia?, ¿cuál fue el grado de responsabilidad del Estado chileno?, ¿cómo fue manejado el plan de rescate de los mineros?, ¿cómo resolvieron los mineros la incertidumbre sobre sus destinos?. Éstos son algunos interrogantes que la cinta elude para que sea sólo el espectador el que intente responderlas. Me hubiese gustado que la estructura de la trama desnudara una visión de los responsables de la cinta, al menos para darle un poco de pimienta.

Otra cuestión que resalté es el idioma. Con tantos latinoamericanos involucrados en la producción, la historia hubiese sido más efectiva si se hubiese hablado en español. Al menos, la secuencia en donde se canta "Gracias a la vida" de Violeta Parra fue en nuestro idioma y es, en mi opinión, una de las mejores escenas de la cinta.

En resumen, "Los 33" que pudo salir mal pero que resiste con solvencia; es una película interesante, que mantiene un hilo conductor y un ritmo homogéneo, pero que queda en un plano documental, sin que existan elementos críticos a la realidad que vivieron (y aún viven) las víctimas de una de las tragedias más impactantes de lo que va del siglo XXI.

Crítica realizada por Leonardo Arce.