* * * BUENA
Llega la secuela de aquel sorpresivo éxito del 2013, "Pacific Rim", dirigido por Guillermo del Toro. Como toda continuación (o la mayoría) quiso ser más en los aspectos equivocados como son los momentos de acción y los efectos audiovisuales. Está muy bien superarse en estas cuestiones, pero no se debe perder nunca de vista que lo más importante siempre es progresar en el guión, en la dinámica del relato, en las interpretaciones. Es la gran maldición de las secuelas. Llegan a ser segundas partes con menos substancia y más olvidables. ¿Defrauda a los fans de la primera entrega? No, pero les va a quedar un gustito a poco, a herrumbre.
En esta ocasión los protagonistas son Jake Pentecost (John Boyega), hijo del héroe de guerra de la primera parte, Stacker Pentecost (Idris Elba), Nate Lambert (Scott Eastwood), antiguo compañero de reclutamiento de Jake, y Amara Namani (Cailee Spaeny), una adolescente rebelde con grandes habilidades de ingeniería que vive asilada aguaradando el retorno de los Kaiju.
Lo que en la primera entrega marcaba uno de los puntos más importantes de la trama, la conexión neuronal entre los pilotos de los Jaegers, aquí es relegada a segundo plano. El foco ahora está puesto en los nuevos modelos de robots luchadores, muy similares a los Transformers de Michael Bay, y en hacer que los Kaiju sean más grandes y feos que antes.
El trío protagonista junto a un grupo de jóvenes reclutas se convertirán en la última esperanza de la humanidad luego de que los Kaiju retoranaran con ayuda interna de nuestra dimensión, es decir, por culpa de un humano que los está ayudando a volver con más fuerzas. Dicho humano personifica al villano del film que creo que termina siendo lo más flojo de la propuesta. No lo voy a spoilear, pero roza la ridiculez. Otro personaje importante de la entrega inicial vuelve pero en un rol secundario y con una salida de la franquicia que se merecía algo más elaborado y respetuoso.
El tono del film se torna bastante más liviano y superficial, lo que a algunos espectadores les va a gustar porque habrá menos drama y más acción, pero para los que disfrutamos de la dinámica de la primera peli nos parecerá que la cosa se puso bastante más banal. Falta ese aura oscuro que cubría la historia, ese conflicto interno de los pilotos para conectar como es debido. Acá sólo parece que son pibes jugando a ser soldados en un mundo post apocalíptico.
Una propuesta que a mi criterio zafa raspando la calificación porque mantiene algunos elementos geniales de la original. Ojalá si hacen una tercera parte piensen un poco más en el guión y menos en la cantida de armas que le van a poner a cada Jaeger.
En esta ocasión los protagonistas son Jake Pentecost (John Boyega), hijo del héroe de guerra de la primera parte, Stacker Pentecost (Idris Elba), Nate Lambert (Scott Eastwood), antiguo compañero de reclutamiento de Jake, y Amara Namani (Cailee Spaeny), una adolescente rebelde con grandes habilidades de ingeniería que vive asilada aguaradando el retorno de los Kaiju.
Lo que en la primera entrega marcaba uno de los puntos más importantes de la trama, la conexión neuronal entre los pilotos de los Jaegers, aquí es relegada a segundo plano. El foco ahora está puesto en los nuevos modelos de robots luchadores, muy similares a los Transformers de Michael Bay, y en hacer que los Kaiju sean más grandes y feos que antes.
El trío protagonista junto a un grupo de jóvenes reclutas se convertirán en la última esperanza de la humanidad luego de que los Kaiju retoranaran con ayuda interna de nuestra dimensión, es decir, por culpa de un humano que los está ayudando a volver con más fuerzas. Dicho humano personifica al villano del film que creo que termina siendo lo más flojo de la propuesta. No lo voy a spoilear, pero roza la ridiculez. Otro personaje importante de la entrega inicial vuelve pero en un rol secundario y con una salida de la franquicia que se merecía algo más elaborado y respetuoso.
El tono del film se torna bastante más liviano y superficial, lo que a algunos espectadores les va a gustar porque habrá menos drama y más acción, pero para los que disfrutamos de la dinámica de la primera peli nos parecerá que la cosa se puso bastante más banal. Falta ese aura oscuro que cubría la historia, ese conflicto interno de los pilotos para conectar como es debido. Acá sólo parece que son pibes jugando a ser soldados en un mundo post apocalíptico.
Una propuesta que a mi criterio zafa raspando la calificación porque mantiene algunos elementos geniales de la original. Ojalá si hacen una tercera parte piensen un poco más en el guión y menos en la cantida de armas que le van a poner a cada Jaeger.
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