Cincuenta sombras negras: El ocaso de las parodias

*         MALA

"Cincuenta sombras negras" es una nueva propuesta de esas que Hollywood suele hacer para recaudar un puñado de dólares en el año. A principios del 2000 el género de las parodias tuvo su apogeo al ridiculizar un poco el género del terror. ¿Quién no ha visto "Scary Movie" alguna vez? Resultó interesante ver a Hollywood reírse de sí mismo y la fórmula funcionó. Pero como sucede siempre, la fórmula probada y exitosa fue administrada hasta el hartazgo y dio como resultados cintas como las que hoy vengo a reseñar.

"Cincuenta sombras de Grey" no sólo es un best-seller sino que fue llevada a la pantalla grande con singular éxito en el 2014. Si bien la cinta no fue muy de mi agrado, hay que reconocer que fue exitosa. Tal circunstancia justifica la existencia de "Cincuenta sombras negras", su parodia. 
El responsable de las parodias de "Actividad paranormal", Michael Tiddes y el actor Marlon Wayans, conforman la dupla que suscribe el guión. Wayans es Christian Black, un multimillonario que se dedica al narcotráfico. Tras recibir en su oficina a una estudiante de literatura inglesa, Hanna, comienza con ella una relación más morbosa que la de Christian y Anastasia. 

La película no resiste el menor de los análisis. No le falta el buen surtido de chistes sexuales, misóginos y discriminatorios que han perdido la efectividad necesaria para robar algunas risas. Más de lo mismo que acaba saturando y aburriendo. Todos los personajes demasiado estereotipados que no colaboran para nada en el desarrollo de una historia que prácticamente no existe. No hay libreto más allá de la copia de la historia original salpimentada con chistes. 

Una fórmula completamente acabada: la era de las parodias ha terminado. No hay mucho más que decir. Cuando alguien traiga un poco de frescura, inteligencia, argumentos y humor del bueno, quizás se podría llegar a plantear el resurgimiento de este tipo de comedias. Mientras tanto, que quede sepultada donde tiene que estar: en el olvido.

Crítica realizada por Leonardo Arce.