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Angelina Jolie vuelve a colocarse la chaqueta de realizadora después de "Inquebrantable" (2014), su drama ambientado en la Segunda Guerra Mundial. En su tercera realización, la esposa de Brad Pitt asume la triple identidad: dirige, produce y escribe. Incluso su esposo coprotagoniza junto a ella. Esta atractiva dupla pretende contar una historia melancólica desde una profundidad que se desprende tanto de la trama como de los recursos estéticos que se emplean. "Frente al mar" es un drama existencial de pareja. Ambientada en la década de 1970, cuenta la historia de un matrimonio norteamericano (Pitt y Jolie) que arriba a la costa francesa y se instala en un hotel. Brad interpreta a un escritor en plena crisis creativa y Angelina a una ex bailarina abrumada y sumida en su medicación.
La distancia entre ellos se exterioriza cada vez más y se acentúa con la llegada de una pareja de recién casados que se instalan en la habitación de al lado. Unos agujeros en la pared serán la ventana para que ambos entren en la intimidad de sus vecinos y en la perversión que esto les genera.
Quizás en el afán de plasmar una historia sofisticada y contemplativa, con referencias filosóficas y voyeuristas, Angelina logra una cinta que se va perdiendo en su propia profundidad. Emplea casi dos horas para relatarnos una historia que, de a poco, va sumiéndonos en una especie de somnolencia. Los largos planos, la poca interacción entre los personajes y el abuso del difícil recurso de los silencios para subrayar la crisis y el distanciamiento hacen que la película no logre conmover al espectador. Todo está prolijamente medido, cuidado y estructurado para que el drama reine sobre la trama pero Jolie se olvidó de los matices y de asumir riesgos para llevarla hacia otros terrenos. Al guión le hacía falta salirse un poco del foco depresivo y sus objetivos existenciales para generar espacios de respiro. No hay momentos para que uno retome la historia con, al menos, un poco más de entusiasmo; es decir, no hay un toque de humor que proporcione un poco de color. Y convengamos que una trama con aspiraciones intelectuales lo amerita a gritos.
Sin lugar a dudas, Angelina tiene buen olfato para los aspectos estéticos. El trabajo fotográfico es atractivo y logra recalcar la belleza del paisaje costero y la vida pueblerina. Pero este apartado queda un poco eclipsado por el excesivo montaje y las decisiones asumidas como directora.
Esta película ofrece la oportunidad para que Jolie y Pitt coincidan en una película luego de una década del estreno de "Sr. y Sra. Smith" (2005), comedia que fue el puntapié inicial de una de las parejas más atractivas del mundo hollywoodense. Dejando de lado el dato chimentero, ambos funcionan muy bien en sus personajes.
En resumen, Angelina intenta revalidar su título de realizadora aunque hace un medianamente aceptable trabajo como directora, no lo hace de forma satisfactoria como guionista. Seguramente que en próximas ocasiones logrará dosificar sus excesos y cubrir sus falencias.
Crítica realizada por Leonardo Arce.
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