11 oct 2015

Baires: Un policial ¿porteño?

* *    REGULAR

"Baires" es una película argentina protagonizada por Benjamín Vicuña, Germán Palacios y Sabrina Garciarena. "Baires" por decir Baires, porque pudo ser Cba., LP., Mza. o Sta. Fe. Porque si algo es cierto es que esta película se pudo llamar de cualquier manera y el producto final se hubiese mantenido inalterable. Ni siquiera la magia de esa ciudad colaboró para darnos una historia medianamente convincente.
No me gustó para nada lo que vi y puedo argumentar algunas razones. En términos generales, la cinta carece de consistencia y verosimilitud, además de que adolece de muchas lagunas, lo que se traduce en deficiencias del guión imposibles de conciliar, ni mediante un puñado de buenos actores o escenas de acción.
La historia nos presenta a Mateo (Benjamín Vicuña), quien llegó a Buenos Aires junto a su novia Trini (Sabrina Garciarena). Una noche, y tras una rueda de tragos, pierden el conocimiento. Al día siguiente, se percatan de que han sido secuestrados por un narcotraficante (Carlos Belloso) quien obliga a Mateo a trasladar drogas a España si quiere ver a su novia con vida. Con la ayuda de Nacho (Germán Palacios), un policía, el protagonista tratará de eludir la obligación asumida e impedir la muerte de su novia.
La ausencia de coherencia gobierna el guión y, en vez de tornarse un thriller policial, se inclina a la comedia. Porque realmente da risa (y pena a la vez) ver que los responsables del libreto no hayan tenido los sentidos despiertos para identificar lagunas e incoherencias imperdonables. Por un lado, que el personaje de Vicuña reciba ayuda constantemente de la nada y de forma desinteresada es típico de un cuento de Disney (sólo faltó el hada madrina). Por el otro, que existan personajes incorporados a la trama de manera poco convincente supone que han sido usados como nexos para enlazar diferentes hechos en la narración. Los autores han moldeado la historia de forma desprolija, enlazando una multiplicidad de hechos sin sentido cinematográfico alguno. Nada es creíble y todo es traído de los pelos. Tampoco el trabajo de dirección de Marcelo Páez Cubells logró remontarla un poco, ni siquiera mediante un trabajo decente con los actores.
Desde lo actoral, deja mucho que desear. Ningún actor tiene un gran lucimiento, a excepción de Carlos Belloso, quien tiene poco tiempo en la pantalla pero que se encarga de hacer un personaje que se destaca del resto. El caso de Juana Viale resulta paradigmático: encima que su personaje es uno de esos nexos de los que hablaba, la actriz se encarga con mucho entusiasmo de hacernos reír bastante. Y no porque su personaje sea cómico. Es por su indescifrable acento. En cuanto a las secuencias de acción, "te las debo".
Con un desenlace previsible y un final bastante mediocre, la película fue caminando por la cornisa desde su planteo inicial. Si durante el desarrollo no se terminó de caer, es algo inexplicable, al menos para mí. Quizás por obra y gracia del hada madrina de Vicuña. No la recomiendo.

Crítica realizada por Leonardo Arce.



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