* * * * MUY BUENA
Grata sorpresa es que esta comedia romántica de enredos y disparatada llegue a nuestras salas para deleitar nuestras risas. Esta película española ganadora de tres premios Goya, todos ellos en apartados interpretativos (Mejor Actriz de Reparto, Mejor Actor de Reparto y Mejor Actor Revelación), emplea todo el ingenio para presentar una serie de situaciones cómicas en las que los protagonistas se ven inmersos casi de manera accidental.
La trama comienza en Sevilla. Amaia (Clara Lago) se encuentra con sus amigas en un restaurante típico andaluz ahogando sus penas producidas por su ex novio, quien la dejó plantada en el altar. Eso la lleva a pasar una noche con Rafa (Dani Rovira), un joven sevillano orgulloso de su tierra.
A la mañana siguiente, Rafa encuentra la cartera de la joven. Impresionado por su carácter, decide viajar a un pueblo del País vasco para devolverle sus pertenencias. La llegada también al pueblo del padre de Amaia (Karra Elejalde), vasco de pura cepa, hace que Rafa se haga pasar por vasco, adoptando el nombre de Antxon para evitar que se entere del desplante que le hicieron a su hija.
Pudo ser una ordinaria comedia romántica a no ser por varios elementos que la hacen especial. En primer lugar, los actores protagonistas Dani Rovira y Clara Lago (quizás algunos la conozcan por el drama adolescente español protagonizado por Mario Casas “Tengo ganas de ti” de 2012, segunda parte de “Tres metros sobre el cielo”) logran convencernos en cada momento de sus diferencias y coincidencias, logrando una química fantástica. A esto hay que agregarle que las actuaciones de reparto de Karra Elejalde y Carmen Machi, quien se hace pasar por la madre de Antxon, no solo que complementan a la pareja protagonista en muchas escenas sino que alcanzan a brillar en las propias. Entre ellos también se produce esa química especial. Verdaderamente es un placer ver la interacción de los cuatro actores. Vale la pena destacar esa circunstancia.
En segundo lugar, el guión nos ofrece un puñado de diferencias étnicas y culturales entre distintas regiones de España, nos pincelan los movimientos políticos que aspiran a la autonomía y nos retratan las rivalidades internas entre los sectores sociales (al estilo Boca-River). Quizás son todos elementos bastante complejos pero que, utilizados en el marco de la historia, sumergen a los personajes en situaciones de lo más inesperadas, accidentadas y disparatadas, con fuerte dosis de humor y locura. Allí radica la inteligencia de los guionistas: condensar esas variables en una comedia atípica.
Por último, hay una impecable dirección apoyada en un trabajo de fotografía precioso que presenta bellas tomas de la Vascongada. Aunar todos los elementos de la película, transformándola en esta joyita, no es un trabajo menor.
Pronto tendremos la posibilidad de ver la segunda entrega de esta cinta, que lleva el nombre de “8 apellidos catalanes”. Espero que pueda, al menos, mantener el nivel de esta comedia que me sorprendió, me produjo risas y me dejó satisfecho. Todo lo que uno puede esperar de una comedia, estuvo acá. Y es por eso que la recomiendo, porque no se van a arrepentir.
Crítica realizada por Leo Arce.
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