24 feb 2015

Annie: Desequilibrada y sin brillo

* *    REGULAR

En la era de las remake y de la ausencia de ideas que iluminen un poco, llega "Annie", basada en el musical de Broadway y que fuera llevado al cine en el año 1982. Para modernizarla y darle un giro a esta propuesta, la historia es protagonizada por dos actores afroamericanos y la música la pone Jay-Z. Particularmente, el musical es un género muy atractivo para mí: lo valoro, lo disfruto y despierta terriblemente mi interés. Pero este musical no ha logrado conmoverme en ningún instante.
La historia es bastante sencilla, una fórmula básica que bien ha sabido aprovechar una inteligente Cris Morena en nuestro país con sus "Chiquititas".
Annie (Quvenzhané Wallis) es una niña huérfana que vive junto a otras en un orfanato a cargo de una mujer frustrada (Cameron Diaz). Cuando Will Stacks (Jamie Fox), un multimillonario en campaña electoral, la salva de ser atropellada en la calle, su asesor de imagen le propone llevar a Annie con él para mejorar su imagen pública.
Esta adaptación carece de originalidad y talento, con actuaciones tan dispares como forzadas y con una historia muy poco creíble. Veamos por qué. Creo que los responsables del guión (la talentosa Emma Thompson es una de sus firmantes) podrían haber puesto su ojo en la trama para moldearla un poco. En este aspecto debieron enfatizar esas ideas modernizadoras y lamento decir que no fue así. La niña despierta y radiante que cautiva a adultos sumidos en sus problemas cotidianos es un cliché tan bastardeado como poco efectivo. Y eso es indiscutible.
Qvenzhané Wallis, la pequeña actriz que saltó a la fama gracias a su conmovedora interpretación en “Bestias del Sur Salvaje” (2012) y que le valió una nominación al Oscar, se pone en la piel de Annie y hace lo que puede con la estructura de su personaje. Se maneja con cierta naturalidad en sus números musicales pero no logra brillar. Esto es así porque tampoco la acompaña un soporte actoral de talento para el musical (por ejemplo, las compañeras de Annie casi que están de relleno y no hacen un gran despliegue). Por el lado de los actores adultos, Cameron Diaz y Jamie Foxx sobreactúan en todo momento y el resto de los miembros del elenco no logran un buen trabajo ni la cohesión necesaria para formar esa química que debe desprenderse de la pantalla en este género. Su director (Will Gluck) parece que se olvidó que dirigía un musical y bueno, así le fue. No esperaba números espectaculares al estilo “Chicago” (2002), pero sí algo digno de disfrutar. Incluso una serie televisiva como “Glee” ha logrado números musicales más interesantes que los propuestos en esta película.
Tampoco la música de Jay-Z logra ser inspiradora. ¡Se trata de un musical muchachos! ¿Ni siquiera en este aspecto, el más importante de todos, se han tomado los mínimos recaudos? Se ve que no.
Al menos Qvenzhané Wallis salva un poco esta película del colapso total y ese esfuerzo se vio recompensado con una nominación al Globo de Oro como Mejor Actriz en Comedia/Musical. Pero, a pesar de ello, la película deambula entre lo flojo y lo malo, más allá de tener momentos positivos. En ningún momento toma vuelo propio y eso es algo que no puede pasarse por alto. No la recomiendo ni aunque no haya otra alternativa.

Crítica realizada por Leonardo Arce.



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