* * * BUENA
En una época donde las comedias son llevadas adelante por las estrellitas hollywoodenses de turno, que una de ellas sea protagonizada por actores veteranos de acreditada experiencia y trayectoria, aporta cierta frescura de esa que se disfruta. Creo que esa es una de las mayores razones por las que “Love Punch” funciona en términos generales. El director y guionista Joel Hopkins pone en la pantalla grande a Emma Thompson y Pierce Brosnan juntos. Ambos constituyen una pareja de cierta química medida que, sin explotarla al máximo, logra el objetivo pretendido: entretener.
La trama justifica la presencia de tales actores porque dan vida a Richard y Kate, un ex matrimonio. Cincuentones, de buen pasar económico, con hijos ya mayores y sumidos vidas amorosas complicadas, la desgracia los volverá a unir. Un empresario francés desmantela la empresa de Richard, peligrando el futuro económico de todos sus empleados, de él mismo y, desafortunadamente, de Kate también. Para defenderse del fraude del que fueron víctimas, viajan a Francia, en donde se verán envueltos en el robo de una valiosísima joya adquirida por aquel empresario.
Se trata de una comedia romántica de enredos típica que no adolece de ninguno de los elementos que la hicieron popular: el romance, las situaciones disparatadas, un viaje, algunas que otras persecuciones, misiones casi detectivescas y, por qué no decirlo, los clichés clásicos. De modo tal que no aporta nada nuevo, algo que vengo anhelando desde hace mucho tiempo. Sí debo recalcar la inestabilidad de la trama, que no logra uniformidad. Se nota que hay ciertos esfuerzos del director puestos en lograr de modo acabado determinadas situaciones en perjuicio de otras. Esos descuidos imperdonables dan como resultado una película con buenos momentos que divierten, con algunos que son incoherentes, con otros que están demasiado forzados y con otros tantos que son completamente innecesarios.
Aún a pesar de ello, reivindico el dúo protagonista, que pone todo su talento para llevar a buen puerto la historia. Y merece una distinguida mención la pareja de reparto, conformada por Timothy Spall y Celia Imrie, quienes llevan adelante varios de los mejores pasajes de la película. Sorpresivamente, ambos presentan una química más lograda que la de Pierce y Emma. Sorpresa, pero de las gratas.
La cinta cumple. No está abordada para romper esquemas ni para proponer novedades. Pero que haya permitido un espacio para la distracción ya es algo que merece ser destacado. Y celebro que las miradas de la comedia se posen en actores “maduros” y talentosos. Falta mucho para reinventar este subgénero, aunque el camino elegido por Hopkins es el correcto. Buen intento!
Crítica realizada por Leonardo Arce.
La trama justifica la presencia de tales actores porque dan vida a Richard y Kate, un ex matrimonio. Cincuentones, de buen pasar económico, con hijos ya mayores y sumidos vidas amorosas complicadas, la desgracia los volverá a unir. Un empresario francés desmantela la empresa de Richard, peligrando el futuro económico de todos sus empleados, de él mismo y, desafortunadamente, de Kate también. Para defenderse del fraude del que fueron víctimas, viajan a Francia, en donde se verán envueltos en el robo de una valiosísima joya adquirida por aquel empresario.
Se trata de una comedia romántica de enredos típica que no adolece de ninguno de los elementos que la hicieron popular: el romance, las situaciones disparatadas, un viaje, algunas que otras persecuciones, misiones casi detectivescas y, por qué no decirlo, los clichés clásicos. De modo tal que no aporta nada nuevo, algo que vengo anhelando desde hace mucho tiempo. Sí debo recalcar la inestabilidad de la trama, que no logra uniformidad. Se nota que hay ciertos esfuerzos del director puestos en lograr de modo acabado determinadas situaciones en perjuicio de otras. Esos descuidos imperdonables dan como resultado una película con buenos momentos que divierten, con algunos que son incoherentes, con otros que están demasiado forzados y con otros tantos que son completamente innecesarios.
Aún a pesar de ello, reivindico el dúo protagonista, que pone todo su talento para llevar a buen puerto la historia. Y merece una distinguida mención la pareja de reparto, conformada por Timothy Spall y Celia Imrie, quienes llevan adelante varios de los mejores pasajes de la película. Sorpresivamente, ambos presentan una química más lograda que la de Pierce y Emma. Sorpresa, pero de las gratas.
La cinta cumple. No está abordada para romper esquemas ni para proponer novedades. Pero que haya permitido un espacio para la distracción ya es algo que merece ser destacado. Y celebro que las miradas de la comedia se posen en actores “maduros” y talentosos. Falta mucho para reinventar este subgénero, aunque el camino elegido por Hopkins es el correcto. Buen intento!
Crítica realizada por Leonardo Arce.
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