"Super 8" es la última producción en llegar a nuestras salas argentinas bajo la dirección del prometedor J.J. Abrams, conocido por ser uno de los creadores de la serie "Lost" y por haber dirigido una remake de "Star Trek" que tuvo bastante éxito y buena aceptación por parte de los fans de la serie de ciencia ficción. Apadrina como productor el gran Steven Spielberg, que nos regaló a lo largo de su carrera maravillas como "E.T.", "Salvando al soldado Ryan" y "La lista de Schindler". Para comenzar debo decir que esta película es un excelente ejemplo de un trabajo en equipo, sin perder la visión y el estilo de ambos responsables. En cada escena del film se puede notar la mano de cada uno de los cineastas, que conjugaron de manera espectacular los sellos distintivos personales que los hicieron famosos, para entregar un mix de sus talentos pulidos y potenciados.
Un poco de "Cloverfield" más otro poco de "E.T." más "The Goonies" en una coctelera bien batidos para que los sabores se mezclen y nos deleiten con un refrescante film, que tiene ese no se que de los 80s, y a su vez, la inteligencia necesaria para emular nuestro tiempo presente. Creo que tengo una debilidad especial con las historias de la niñez, que me remiten a la mía y traen consigo muy buenos recuerdos, desde el amor de verano hasta las aventuras con los amigos. La estrella de "Super 8" no es la misteriosa criatura del tren, sino la infancia en todo su esplendor, en la relación con los amigos, los primeros amores, los problemas de los adultos en los cuales se encuentran involucrados los niños, la familia, los códigos, los miedos, el crecimiento.
Tanto Abrams como Spielberg son 2 geeks que aman la ciencia ficción tanto como a sus cámaras, lo que los llevó a perfeccionarse en este género que ha sido muy golpeado en los últimos años con producciones paupérrimas. La sutileza y la inteligencia pueden ser armas poderosas en el cine si se saben usar de la mejor manera, y no la exageración o lo burdamente explícito como se suele ofrecer en la ciencia ficción de hoy en día.
Creo que esta cinta nos hará acordar al cine de antes, nos pondrá un poco melancólicos a los que crecimos con las películas de Steven Spielberg, nos dará sensaciones de alegría y de esperanza, pero sobre todo, nos dirá que la infancia es un tiempo increíble de la vida humana.
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