* * * * * EXCELENTE
"Rise oh the planet of the apes" o "El planeta de los simios (R)Evolución" (una traducción que generó discusiones ya que origen no es lo mismo que evolución) es la nueva y fresca versión de la novela del escritor Pierre Boulle, autor también de "El puente sobre el río Kwai", otra historia convertida en una famosísima película. La primera entrega de 1968 que protagonizaba Charlton Heston se convirtió en una obra de culto, mientras que la remake de Tim Burton en 2001 fue muy criticada y no obtuvo buenas reseñas. Con un panorama así, no resultaba fácil esta nueva tarea de traer una precuela que al menos reviva la franquicia, pero para sorpresa de muchos, "Rise of the planet of the apes" superó ampliamente las expectativas de sus seguidores y además tuvo en cuenta también a un segmento de público distinto del fanático de la ciencia ficción, que es el que gusta de buenas historias con toques dramáticos, más allá de la aplicación de la fantasía o no en la trama (un ejemplo de esto es "Avatar").
El planteo es muy atractivo y toca una cuestión dura como lo es el tener familiares con Alzheimer, una enfermedad tan siniestra que lleva al personaje principal Will Rodman (James Franco) a desarrollar una cura, sin fijarse mucho en las consecuencias de sus actos para lograrlo. A su vez, esto desata el segundo nudo de la trama que tiene que ver con la rebelión de estos seres que nunca fueron tratados con mucho respeto, que fueron cazados y utilizados como conejillos de india para experimentos de todo tipo. A raíz de un accidente en el laboratorio donde trabaja Will, se ve obligado a llevarse un pequeño chimpancé a su casa que de a poco irá enamorando a su padre, a él mismo y a toda la audiencia que está en el cine (es imposible no encariñarse con César), pero como muchos otros animales, los chimpancés no son perritos falderos y su convivencia entre los humanos desatará una serie de inconvenientes que se van a ir muy de las manos.
El planteo es muy atractivo y toca una cuestión dura como lo es el tener familiares con Alzheimer, una enfermedad tan siniestra que lleva al personaje principal Will Rodman (James Franco) a desarrollar una cura, sin fijarse mucho en las consecuencias de sus actos para lograrlo. A su vez, esto desata el segundo nudo de la trama que tiene que ver con la rebelión de estos seres que nunca fueron tratados con mucho respeto, que fueron cazados y utilizados como conejillos de india para experimentos de todo tipo. A raíz de un accidente en el laboratorio donde trabaja Will, se ve obligado a llevarse un pequeño chimpancé a su casa que de a poco irá enamorando a su padre, a él mismo y a toda la audiencia que está en el cine (es imposible no encariñarse con César), pero como muchos otros animales, los chimpancés no son perritos falderos y su convivencia entre los humanos desatará una serie de inconvenientes que se van a ir muy de las manos.
Dirige en esta ocasión Rupert Wyatt, responsable de cintas anteriores como "El Escapista" y "Subterrain", 2 películas no muy conocidas pero que ya mostraban la buena calidad de su trabajo. Por otro lado, la labor de Andy Serkis como el simio César es increíble. Para los que no conocen mucho la cuestión, es el actor que hizo de Gollum en la trilogía de "El señor de los anillos" y de "King Kong", utilizando el sistema CGI de efectos especiales basados en los movimientos del actor. Una cuestión que sorprende es la mirada de César, que trasmite todas las sensaciones, aun más que algunos actores de carne y hueso. Protagonizan el film, el cada vez más valorado James Franco ("127 Horas", "Milk"), Freida Pinto ("¿Quieres ser Millonario?", "Conocerás al hombre de tus sueños"), John Lithgow ("Third rock from the sun", "Dreamgirls") y Tom Felton (Draco Malfoy en la saga "Harry Potter"), conformando un team de lujo que entretiene, pero sobre todo, es creíble y establece una genuina empatía entre el público y sus personajes.
Personalmente creo que es una de las mejores películas del año, con buena acción, drama creíble, suspenso y una trama muy bien construida que emociona y mantiene en vilo a la audiencia. Me quedé totalmente enganchado con el mono César y espero realmente con ansias la continuación de la franquicia sobre esta senda, que creo es la mejor desde la original. Me fui del cine con sensación de emoción y ganas de colgarme de cuanto árbol encontraba en el camino a casa, ¿qué más se puede pedir?
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