El robo del siglo: Crónica de una alineación planetaria fenomenal

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''El robo del siglo'' es sin dudas el mejor film del director y escritor argentino, Ariel Winograd. Es también su trabajo más ambicioso y pochoclero, pero manteniendo esa onda artesanal del cine argentino, son sus modismos e identidad. En esta producción se notó que tuvo mayores recursos y pudo concebir una historia de nuestros pagos que en la realidad misma tuvo tintes de película de crimen hollywoodense. 
Tiene algunos elementos del cine mainstream norteamericano, incluso se notan algunos toques de ''Inside Man'', film en el que Winograd participó como pasante, quizás en gran medida porque la mayor parte de la acción sucede dentro de un banco como ocurrió en la trama de aquel trabajo protagonizado por Clive Owen, Denzel Washington y Jodie Foster.

Esta dinámica hollywoodense se combina bien con el folclore argentino, y quiénes mejores para transmitir esto que la dupla protagonista de Guillermo Francella (''El Secreto de sus Ojos'') y Diego Peretti (''Tiempo de Valientes''). Dos actores de gran calidad que definitivamente suben unos puntitos a la propuesta. Acompañan muy bien el groso de Luis Luque (''Tiempo de Valientes''), Pablo Rago (''El Secreto de sus Ojos''), Rafael Ferro (''La Vida Después''), Mariano Argento (''El Secreto de sus Ojos'') y Mario Alarcón (''Vino para Robar'') entre otros. Un gran reparto que hace muy bien su laburo y da credibilidad a la increíble historia que tuvo lugar en pleno Buenos Aires. La dupla Francella-Peretti funciona muy bien en general, con una relación que se va fortaleciendo a medida que pasa el metraje hasta generarnos gran empatía, y luego con la incorporación de Luque en el tercer acto, se complementa de una manera que enriquece al ingrediente policial de la película.
Si bien la historia es bastante buena en sí misma, Winograd logra dotar de una dinámica amigable al relato, permitiendo involucrarse un poco con cada uno de sus protagonistas. Todo el proceso de planeamiento y puesta en marcha del plan de robo resulta muy entretenido y mantiene al espectador interesado casi todo el tiempo. La producción está muy bien realizada, llevándonos a mediados de la década del 2000, más precisamente a 2006, año en el que se llevó a cabo el robo. 
Lo mejor de la propuesta creo que es la conexión que se logra entre el espectador y el equipo de ladrones. Esto se evidencia mucho sobre el final del film, cuando a uno le da mucha angustia el desenlace y se siente un poco parte de ese equipo, sufriendo las consecuencias con ellos. Eso creo que es maravilloso.
No es un film que va a entrar en el TOP 20 de mejores películas argentinas, pero sin dudas es un muy buen entretenimiento, realizado con vocación, que suma calidad a la industria cinematográfica de nuestras tierras. Recomendable.