* * * BUENA
Película estrenada en 2013 y que ha tardado casi dos años en llegar a nuestras salas agrentinas, esta comedia romántica que plantea dosis de seriedad sitúa su trama en París. ¿Y quién alguna vez no ha asociado a la capital francesa con el amor, la libertad y el idilio? Esta cinta tiene muy en cuenta esa premisa, la capitaliza y la pone de manifiesto.
El oscarizado Jim Broadbent ("Iris", 2001) junto con Lindsay Duncan interpretan a Nick y Meg que conforman la pareja protagonista. Ellos constituyen un matrimonio que decide pasar un fin de semana en París para celebrar su aniversario Nº 30 y recordar los años de su juventud con el deseo de revitalizar una relación desgastada por la rutina.
La película es una invitación a reflexionar sobre una institución social tan tradicional como lo es el matrimonio. Los protagonistas promueven el cuestionamiento de su relación tras tres décadas de convivencia y alternan la idea de continuar su vínculo con la de producir su ruptura. Diciendo poco y a la vez mucho, los personajes van exponiendo sus conflictos, explicitando sus frustraciones, aflorando enojos, limando diferencias y evaluando posibles soluciones, en el marco de situaciones que colocan a los protagonistas fuera de sus planes y exponen al espectador al deleite. De esta manera podemos pensar en lo siguiente: ¿hasta qué punto París es capaz de devolverle la frescura de la juventud a una añeja relación que la rutina y el trabajo diario se encargó de hundir? La trama tiene un vaivén planteado de forma interesante y la misma ciudad lo plasma: el tiempo pasado no volverá pero los invita a probar el deseo de aventura. Lo genial de esto es que los protagonistas se embarcan en ella.
El director Roger Michell, conocido por "Un lugar llamado Notting Hill" (1999), hace un excelente trabajo con los actores quienes, gracias a un guión muy bien estructurado, logran captar al espectador y cautivarlo. No hay dudas de que Broadbent y Duncan alcanzan una química atractiva que los hace capaces de seducirnos con ella en cada escena. Esto se debe en gran medida a que la historia crea ese clima suficientemente auspicioso para que ellos brillen. También en este sentido no hay que olvidarse de la intervención de Jeff Goldblum. Sin embargo, la trama no aporta algo que nos sensibilice o nos "despeine" de forma completa. Con esto no pretendo decir que no ha sido interesante o que me pareció aburrida; todo lo contrario. Quizás la trama no nos inquieta o conmueve más de lo necesario. Es una buena historia pero contenida y no lo suficientemente llevada a ese más allá que tanto se espera.
Como toda buena comedia, colabora para cumplir con los objetivos propuestos y es dotar al espectador de un tiempo de diversión. Pero cuando este tiempo permite un ejercicio mental de la mano de los personajes para reconstruir realidades que pueden serles propias y con las que identificarse, resulta incalculable. Para pensar en la vida juntos y en rupturas de rutinas.
Crítica realizada por Leonardo Arce.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario