* * * BUENA
El director Martín Fariña construye un documental sobre aquello que se conoce como "pasión de multitudes": el fútbol, deporte que apasiona, enardece, fanatiza y enamora a tantos argentinos. Pero su visión no se centra en los grandes campeonatos, los clubes más importantes y los jugadores estrellas; su mirada se posa en algo más íntimo, ingresando en un lugar que le es completamente vedado al común de los mortales: la concentración de un equipo de fútbol. Honestamente no soy fanático de este deporte así que hay cierta mística que me es desconocida. Pero ser argentino te vincula, de forma inevitable y aunque uno se resista, al fútbol.
Fariña va relatando sus impresiones, los motivos que llevan a desarrollar ese documental y la razón por la que lo pudo hacer.
Ser el hermano de uno de los jugadores tiene sus ventajas y esa es la llave que le permite penetrar de lleno en la concentración. De esa manera va adentrándose en el devenir de un día previo a un partido: en la intimidad de las duchas, en las charlas del vestuario, en la organización de la ropa, en los entretelones previos a un partido, en la fe y la vida personal de los jugadores y, fundamentalmente, en los prejuicios que pesan sobre ellos. Creo que su objetivo es desmitificar la figura del jugador y mostrarlo como un ser humano que sufre, siente y la lucha, dentro de un mundo muy competitivo en el que no todos logran ser Messi o Maradona. La reflexión de uno de ellos frente a la cámara es una genuina muestra de ello: el chico que no ve a su familia, que le cuesta llegar a fin de mes, que no sólo trabaja los fines de semana.
Ser el hermano de uno de los jugadores tiene sus ventajas y esa es la llave que le permite penetrar de lleno en la concentración. De esa manera va adentrándose en el devenir de un día previo a un partido: en la intimidad de las duchas, en las charlas del vestuario, en la organización de la ropa, en los entretelones previos a un partido, en la fe y la vida personal de los jugadores y, fundamentalmente, en los prejuicios que pesan sobre ellos. Creo que su objetivo es desmitificar la figura del jugador y mostrarlo como un ser humano que sufre, siente y la lucha, dentro de un mundo muy competitivo en el que no todos logran ser Messi o Maradona. La reflexión de uno de ellos frente a la cámara es una genuina muestra de ello: el chico que no ve a su familia, que le cuesta llegar a fin de mes, que no sólo trabaja los fines de semana.
Hay cierto halo homoerótico que subyace el documental. Hay una multiplicidad de escenas de los jugadores desnudos en las duchas, en los vestuarios y en sus habitaciones pero también hay multiplicidad de tomas que se encargan de poner el foco en cada centímetro de piel y músculos de ellos. Incluso los comentarios sexistas intentan poner de relieve la etiqueta del "macho", rótulo que se pone en discusión mediante la visibilización de otros aspectos. Las relaciones fraternas que se van gestando entre los jugadores y entre éstos con el equipo técnico y con el resto del personal que se encargan de asistirlos desnudan mucho de lo que sienten y tiran por la borda lo que aspiran a aparentar.
En algunos momentos, el director pretende reflexionar de modo filosófico cuando el material poco aporta para generar esos espacios. Creo que ahondar en la vida personal de los jugadores hubiese sido lo deseable, lo esperable y lo necesario. Sin embargo, prefirió ocupar minutos de metraje en mostrar carne desnuda que sólo destapa el genio curioso. Lo que se mostró no bastó para comprender en su totalidad lo que siente un futbolista. La pelota pica por dentro, pero no más de lo que el director ha querido.
"Fulboy" documenta; sí. Pero no más de lo que el director ha querido documentar. Igual, fue un buen intento.
Crítica realizada por Leonardo Arce.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario