* * * BUENA
Bueno, Paul Thomas Anderson sigue haciendo de las suyas en cine y ofrece una desopilante historia policial en la que el investigador privado Doc Sportello (Joaquin Phoenix) debe resolver la enigmática desaparición del empresario judío neo nazi Michael Z. Wolfmann (Eric Roberts)
Todo empieza con la visita de su ex pareja, Shasta Fay Hepworth (Katherine Waterston) quien le pide ayuda para encontrar a Wolfmann, su actual amante, el cual de encuentra en peligro por los viles planes de su esposa actual y el amante, quienes quieren quedarse con toda la riqueza del empresario. Las apariciones de Shasta no de son buen augurio y siempre le traen los problemas más variados a Doc.
Drogas, sexo, asesinatos, estafas, política, policías excéntricos, más drogas, son algunos de los elementos fuertes de esta pócima que preparó Anderson para el disfrute de sus seguidores y el cine no convencional. Personalmente suelo disfrutar de su cine, aunque no podría decir que soy un fan. Me inclino más por su faceta dramática que por sus comedias y en particular creo que si bien esta es atractiva y entretiene, no es de sus mejores trabajos. Para el espectador que no lo conoce demasiado, es el director de películas como "Magnolia", "Petróleo Sangriento" y "Boogie Nights". Su narración no suele ser demasiado convencional y mezcla bastante los géneros. Sus trabajos no son para todo tipo de espectador. Los más conservadores generalmente no se copan con sus películas mientras que los más experimentados en distintos tipos de cine suelen gustar un poco más de sus propuestas.
"Inherent Vice" en particular creo que es más lo que promete que lo que otorga en lo que a trama se refiere. Está demasiado concentrada en los personajes más que en la historia, sobre todo en el protagonista, Joaquin Phoenix, que ya sabemos es "la musa" de Anderson. Hay más énfasis en entregar un producto ondeado que en extrapolar la novela homónima de Thomas Pynchon. Algunos jugadores importantes en la trama aparecen y desaparecen de manera irregular, lo que le quita fuerza al relato. Por otro lado, la parte de la comedia está bastante bien aceitada y es lo que más funciona en la propuesta. Es como una especie de homenaje lisérgico y disparatado a los años 60s en la soleada California, musicalizado con un muy buen soundtrack.
Una película para seguidores del director, la narración no tradicional y las películas "con onda". Los que nunca han viso un película de Paul Thomas Anderson, abstenerse.
Todo empieza con la visita de su ex pareja, Shasta Fay Hepworth (Katherine Waterston) quien le pide ayuda para encontrar a Wolfmann, su actual amante, el cual de encuentra en peligro por los viles planes de su esposa actual y el amante, quienes quieren quedarse con toda la riqueza del empresario. Las apariciones de Shasta no de son buen augurio y siempre le traen los problemas más variados a Doc.
Drogas, sexo, asesinatos, estafas, política, policías excéntricos, más drogas, son algunos de los elementos fuertes de esta pócima que preparó Anderson para el disfrute de sus seguidores y el cine no convencional. Personalmente suelo disfrutar de su cine, aunque no podría decir que soy un fan. Me inclino más por su faceta dramática que por sus comedias y en particular creo que si bien esta es atractiva y entretiene, no es de sus mejores trabajos. Para el espectador que no lo conoce demasiado, es el director de películas como "Magnolia", "Petróleo Sangriento" y "Boogie Nights". Su narración no suele ser demasiado convencional y mezcla bastante los géneros. Sus trabajos no son para todo tipo de espectador. Los más conservadores generalmente no se copan con sus películas mientras que los más experimentados en distintos tipos de cine suelen gustar un poco más de sus propuestas.
"Inherent Vice" en particular creo que es más lo que promete que lo que otorga en lo que a trama se refiere. Está demasiado concentrada en los personajes más que en la historia, sobre todo en el protagonista, Joaquin Phoenix, que ya sabemos es "la musa" de Anderson. Hay más énfasis en entregar un producto ondeado que en extrapolar la novela homónima de Thomas Pynchon. Algunos jugadores importantes en la trama aparecen y desaparecen de manera irregular, lo que le quita fuerza al relato. Por otro lado, la parte de la comedia está bastante bien aceitada y es lo que más funciona en la propuesta. Es como una especie de homenaje lisérgico y disparatado a los años 60s en la soleada California, musicalizado con un muy buen soundtrack.
Una película para seguidores del director, la narración no tradicional y las películas "con onda". Los que nunca han viso un película de Paul Thomas Anderson, abstenerse.
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