* * * BUENA
Nueva propuesta de acción del director responsable de la saga de "Búsqueda Implacable", Pierre Morel. Es un realizador que resalta en ese género y que, aparte de contar con un guión que adapta una novela de múltiples aristas, tiene encabezando su elenco a los oscarizados Sean Penn y Javier Bardem, con Idris Elba entre otros más. La historia tiene dos fuentes de potencialidades: un libreto bien heterogéneo y un elenco brillante. El problema está en que el director no logra conjugar de manera efectiva estas dos fuentes y nos brinda una película aceptable pero que pudo ser excelente.
El Congo, gobiernos corruptos que son “típicos del Tercer Mundo”, conspiraciones de empresas multinacionales explotadoras de recursos naturales,
trabajo humanitario en África y grupos mercenarios contratados desde sectores públicos y privados, son los elementos que configuran esta historia en la que Sean Penn interpreta a Jim, un asesino profesional que trabaja para Félix (Javier Bardem). En el año 2006, Jim asesina al Ministro de Minería del Congo, a pedido de clientes anónimos, y debe exiliarse. Luego de ocho años, y tras un intento de asesinato, intentará salvar su vida cuando descubra que los miembros de su última misión han sido asesinados.
Resulta extraño ver a un actor del prestigio de Sean Penn protagonizar una película de acción, verlo con armas en sus manos y tirar golpes de puño. Sin embargo, cumple su rol de “héroe que se reivindica” y es creíble en su interpretación. Aquí podemos realizar un paralelismo con Liam Neeson y su trabajo en “Búsqueda Implacable”. Sí me pareció un despropósito que los papeles desempeñados por Javier Bardem e Idris Elba hayan sido tan efímeros, que no les hayan permitido lucirse un poco más.
Desde lo técnico, es impecable: un prolijo trabajo de dirección, sonido y edición, que resaltan las escenas de acción y permiten que el espectador las disfrute. Pierre Morel demuestra, una vez más, toda su pericia en el manejo de un género que no es de simple realización. Incluso nos proporciona una introducción informativa y de naturaleza documental que generó muchas expectativas en mi, las que se fueron diluyendo a medida que la película avanzaba gracias al aspecto negativo de ésta.
Ese aspecto negativo está en el libreto: contenía todos los elementos para complejizar la trama y llevarla a un puerto arriesgado pero seguro, mediando correctas decisiones. Sin embargo optaron por el camino fácil: centrar la trama en el concepto de "cazador cazado", de "asesino en peligro de muerte", de "beber de su propio veneno". Simplificar y dejar de lado las otras variables que la historia dejó en el planteo inicial es subestimar un poco al público. ¿Acaso no hubiese sido interesante que se desentrañaran los intereses corporativos y el modo en que éstos se entremezclan con los aspectos sociales, políticos y económicos de un país de emergencia? ¿Acaso no había bastante material interesante para añadir en la vinculación de esa problemática con las tareas humanitarias realizadas por ONGs? Películas como "El jardinero fiel" (2004) y "Diamante de sangre" (2006), entre tantos exponentes, demuestran estas aristas que pudo haber llevado a "The Gunman" a ser una cinta más que de plena acción.
Pese a estos problemas, la película sale airosa y logra superar los tamices básicos. Sin embargo, es una pena que aún el cine actual no se anime a correr esos riesgos que suelen ser tan valorados y aplaudidos, aún cuando ello implique exponerse al fracaso. Recomendable para los que disfrutan de la acción.
Crítica realizada por Leo Arce.
El Congo, gobiernos corruptos que son “típicos del Tercer Mundo”, conspiraciones de empresas multinacionales explotadoras de recursos naturales,
trabajo humanitario en África y grupos mercenarios contratados desde sectores públicos y privados, son los elementos que configuran esta historia en la que Sean Penn interpreta a Jim, un asesino profesional que trabaja para Félix (Javier Bardem). En el año 2006, Jim asesina al Ministro de Minería del Congo, a pedido de clientes anónimos, y debe exiliarse. Luego de ocho años, y tras un intento de asesinato, intentará salvar su vida cuando descubra que los miembros de su última misión han sido asesinados.
Resulta extraño ver a un actor del prestigio de Sean Penn protagonizar una película de acción, verlo con armas en sus manos y tirar golpes de puño. Sin embargo, cumple su rol de “héroe que se reivindica” y es creíble en su interpretación. Aquí podemos realizar un paralelismo con Liam Neeson y su trabajo en “Búsqueda Implacable”. Sí me pareció un despropósito que los papeles desempeñados por Javier Bardem e Idris Elba hayan sido tan efímeros, que no les hayan permitido lucirse un poco más.
Desde lo técnico, es impecable: un prolijo trabajo de dirección, sonido y edición, que resaltan las escenas de acción y permiten que el espectador las disfrute. Pierre Morel demuestra, una vez más, toda su pericia en el manejo de un género que no es de simple realización. Incluso nos proporciona una introducción informativa y de naturaleza documental que generó muchas expectativas en mi, las que se fueron diluyendo a medida que la película avanzaba gracias al aspecto negativo de ésta.
Ese aspecto negativo está en el libreto: contenía todos los elementos para complejizar la trama y llevarla a un puerto arriesgado pero seguro, mediando correctas decisiones. Sin embargo optaron por el camino fácil: centrar la trama en el concepto de "cazador cazado", de "asesino en peligro de muerte", de "beber de su propio veneno". Simplificar y dejar de lado las otras variables que la historia dejó en el planteo inicial es subestimar un poco al público. ¿Acaso no hubiese sido interesante que se desentrañaran los intereses corporativos y el modo en que éstos se entremezclan con los aspectos sociales, políticos y económicos de un país de emergencia? ¿Acaso no había bastante material interesante para añadir en la vinculación de esa problemática con las tareas humanitarias realizadas por ONGs? Películas como "El jardinero fiel" (2004) y "Diamante de sangre" (2006), entre tantos exponentes, demuestran estas aristas que pudo haber llevado a "The Gunman" a ser una cinta más que de plena acción.
Pese a estos problemas, la película sale airosa y logra superar los tamices básicos. Sin embargo, es una pena que aún el cine actual no se anime a correr esos riesgos que suelen ser tan valorados y aplaudidos, aún cuando ello implique exponerse al fracaso. Recomendable para los que disfrutan de la acción.
Crítica realizada por Leo Arce.
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