* * * BUENA
"Before I go to sleep" es un thriller que revisita otros trabajos particulares del género como "Memento" y que además nos presenta a una protagonista con el mismo problema de Drew Barrymore en "50 first dates", sólo que en un contexto mucho más jodido.
La película comienza con Christine (Nicole Kidman) despertando abruptamente en la mañana, sin recordar nada de los últimos veintitantos de años. Esto es algo que le sucede diariamente ya que luego de un terrible accidente, sufre de memoria de corto plazo.
Cuando se levanta, se encuentra con un hombre al que por supuesto no reconoce, que resulta ser su marido, Ben (Colin Firth). El buen hombre le dedica todos los días unas horas a contarle a su mujer sobre todo lo sucedido e incluso tiene un sistema visual repartido por toda la casa para que Christine pueda moverse con mayor facilidad en el hogar. Uno de esos días, Ben se va a su trabajo y Christine se queda en la casa como es de costumbre, la mujer recibe una extraña llamada de un hombre misterioso que dice ser el Dr. Nasch (Mark Strong), un psiquiatra que la está ayudando en secreto a poder recordar todo lo sucedido. A medida que van pasando los días los recuerdos de la protagonista se empiezan a aclarar de a poco develando que hay oscuros secretos en relación a su accidente, de hecho, hay muchas más personas involucradas de lo que puede imaginar.
El director y escritor Rowan Joffe hace un buen trabajo con la historia, atrapando de a poco a los espectadores a medida que va avanzando con la tensión y el camino hacia la verdad. Todo el tiempo está latente esa sensación de sentirse un poco perdido junto a Christine, de sofocarse con cada nuevo detalle macabro que su mente va recordando. En este sentido, la ambientación, la dinámica y los diálogos son grises, lentos y sombríos, llevando al público a vivir las sensaciones de los protagonistas. Por otro lado, la labor del trío de actores principales es muy buena, lo que da credibilidad a la propuesta.
Como negativo diría que Joffe tuvo algunos problemas para hacer que todo el camino no tuviera baches, de hecho hubo varios. Hay algunos saltos de tiempo y participaciones de personajes que están un tanto desproljas. Nada que arruine el film, pero por momentos confunde. Otra cuestión negativa, es como se maneja la resolución del conflicto. Durante gran parte de la película se mantiene el enigma, pero luego de la mitad, ya sabemos como va a finalizar salvo por una vuelta de tuerca que en realidad no suma demasiado a la trama.
Un thriller bueno, que entretiene, que los hará repasar algunos acontecimientos en su cabeza para entender lo que está pasando, pero que podría haber sido mucho mejor y más trascendente.
La película comienza con Christine (Nicole Kidman) despertando abruptamente en la mañana, sin recordar nada de los últimos veintitantos de años. Esto es algo que le sucede diariamente ya que luego de un terrible accidente, sufre de memoria de corto plazo.
Cuando se levanta, se encuentra con un hombre al que por supuesto no reconoce, que resulta ser su marido, Ben (Colin Firth). El buen hombre le dedica todos los días unas horas a contarle a su mujer sobre todo lo sucedido e incluso tiene un sistema visual repartido por toda la casa para que Christine pueda moverse con mayor facilidad en el hogar. Uno de esos días, Ben se va a su trabajo y Christine se queda en la casa como es de costumbre, la mujer recibe una extraña llamada de un hombre misterioso que dice ser el Dr. Nasch (Mark Strong), un psiquiatra que la está ayudando en secreto a poder recordar todo lo sucedido. A medida que van pasando los días los recuerdos de la protagonista se empiezan a aclarar de a poco develando que hay oscuros secretos en relación a su accidente, de hecho, hay muchas más personas involucradas de lo que puede imaginar.
El director y escritor Rowan Joffe hace un buen trabajo con la historia, atrapando de a poco a los espectadores a medida que va avanzando con la tensión y el camino hacia la verdad. Todo el tiempo está latente esa sensación de sentirse un poco perdido junto a Christine, de sofocarse con cada nuevo detalle macabro que su mente va recordando. En este sentido, la ambientación, la dinámica y los diálogos son grises, lentos y sombríos, llevando al público a vivir las sensaciones de los protagonistas. Por otro lado, la labor del trío de actores principales es muy buena, lo que da credibilidad a la propuesta.
Como negativo diría que Joffe tuvo algunos problemas para hacer que todo el camino no tuviera baches, de hecho hubo varios. Hay algunos saltos de tiempo y participaciones de personajes que están un tanto desproljas. Nada que arruine el film, pero por momentos confunde. Otra cuestión negativa, es como se maneja la resolución del conflicto. Durante gran parte de la película se mantiene el enigma, pero luego de la mitad, ya sabemos como va a finalizar salvo por una vuelta de tuerca que en realidad no suma demasiado a la trama.
Un thriller bueno, que entretiene, que los hará repasar algunos acontecimientos en su cabeza para entender lo que está pasando, pero que podría haber sido mucho mejor y más trascendente.
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