* * * BUENA
"El Crítico" es un film de coproducción argentina-española que explora la ironía de trabajar criticando cine y a la vez verse inmerso en la vida real dentro de un género que el crítico suele detestar casi por naturaleza, la comedia romántica.
Lo irónico del guión está bien planteado, es algo un tanto pretencioso, pero la premisa es interesante. El problema surge cuando los guionistas no se deciden por tratar la cuestión central con total ironía o tirarse para el lado comercial y ofrecer otra comedia romántica más pero con un poco más de cabeza. A mi forma de verlo, termina siendo esto último, un producto que con algunos toques más de acidez y cerebro que la media nos termina ofreciendo la típica comedia romántica de contrapartes opuestas que por milagros de la vida se terminan uniendo y viviendo una aventura de amor azucarada. Sí, ya se que me van a decir que el final no es el típico de este género, pero no es más que el resultado lógico y predecible de hacia donde debía confluir la peripecia. Con esto no diga que sea una mala película, en absoluto, pero sí creo que le faltó jugarse un poco más.
Viéndola como exponente de la comedia romántica argentina, es un buen entretenimiento, inteligente y original, aunque su dinámica, un tanto sosa, no la deja llegar a lo más alto del podio cinéfilo. Hay algunos gags que funcionan y otros no tanto, al igual que los personajes secundarios, como por ejemplo el amigo crítico de nuestro protagonista que está muy bien en su rol y por otro lado el joven cineasta en busca de venganza que no llega a cubrir las expectativas de villano. Los protagonistas, Dolores Fonzi como Sofía y Rafael Spregelburd como el crítico gruñón Víctor Tellez, hacen un buen trabajo interpretativo, carismático y convincente, aunque nunca llegan a ser tan divertidos como uno esperaría.
En conclusión diría que es un entretenimiento bueno, con algunos lugares menos comunes que la media de comedias románticas pero que no llega a decidirse si quiere ser un producto comercial o algo menos mainstream.
Lo irónico del guión está bien planteado, es algo un tanto pretencioso, pero la premisa es interesante. El problema surge cuando los guionistas no se deciden por tratar la cuestión central con total ironía o tirarse para el lado comercial y ofrecer otra comedia romántica más pero con un poco más de cabeza. A mi forma de verlo, termina siendo esto último, un producto que con algunos toques más de acidez y cerebro que la media nos termina ofreciendo la típica comedia romántica de contrapartes opuestas que por milagros de la vida se terminan uniendo y viviendo una aventura de amor azucarada. Sí, ya se que me van a decir que el final no es el típico de este género, pero no es más que el resultado lógico y predecible de hacia donde debía confluir la peripecia. Con esto no diga que sea una mala película, en absoluto, pero sí creo que le faltó jugarse un poco más.
Viéndola como exponente de la comedia romántica argentina, es un buen entretenimiento, inteligente y original, aunque su dinámica, un tanto sosa, no la deja llegar a lo más alto del podio cinéfilo. Hay algunos gags que funcionan y otros no tanto, al igual que los personajes secundarios, como por ejemplo el amigo crítico de nuestro protagonista que está muy bien en su rol y por otro lado el joven cineasta en busca de venganza que no llega a cubrir las expectativas de villano. Los protagonistas, Dolores Fonzi como Sofía y Rafael Spregelburd como el crítico gruñón Víctor Tellez, hacen un buen trabajo interpretativo, carismático y convincente, aunque nunca llegan a ser tan divertidos como uno esperaría.
En conclusión diría que es un entretenimiento bueno, con algunos lugares menos comunes que la media de comedias románticas pero que no llega a decidirse si quiere ser un producto comercial o algo menos mainstream.
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