* * REGULAR
Había leído algunos buenos comentarios previos al estreno y me gustaba el hecho de que participaran dos actores de la talla de John Lithgow y Jason Clarke, pero me llevé una decepción bastante grande cuando pude constatar de que se trataba de otro proyecto de remake que no logra superar a la película original, y eso que aquella tampoco era una joyita del séptimo arte.
Con estas remakes suelen suceder los mismos tipos de errores comunes. Se centran en modernizar los elementos estéticos y en mantener las escenas que más impactaron de la entrega original, generando alguna vuelta de tuerca como para que no sea un calco. Bueno, esto creo que es un error garrafal porque no tienen en cuenta variables que a mi entender son importantes.
En primer lugar, deberían tener en cuenta que al ser una película popular, el espectador ya sabe lo que va a suceder, es decir, pierde el efecto impacto que tuvo en su momento el estreno original. Es por esto que hacer algunos cambios cosméticos y no de profundidad en la trama no logra nada más que desazón. No digo que se deba cambiar totalmente la historia, pero se debería poder imprimirle una personalidad propia, que horrorice más, que incomode distinto, que nos vuele la cabeza con algún cambio significativo. Esto no sucede en la nueva versión de ''Pet Sematary''. Todo se limita a contar la historia nuevamente, con menos terror y modificaciones demasiado sutiles en la trama. En segundo lugar, y siguiendo con lo último a lo que hago alusión, la propuesta pierde en terror. Nada en este film es más aterrador que en la entrega de 1989. De hecho hay varios momentos donde se ''cuida'' demasiado a los protagonistas, de no mostrarlos en vulnerabilidad total. Por ejemplo, no se animaron a mostrar bien la muerte de uno de los hijos de la familia. Esto, en el año 2019, ya debería ser algo superado. Deberíamos poder ver la muerte de un niño sin que sea un tabú mostrar detalles que usualmente aprovechamos en el destino fatídico de un adulto en una película de terror. Otro ejemplo, mostrar una muerte donde no hay sangre en la escena... ¿Qué es eso? Si te lleve puesto un camión, va a haber sangre, mucha. Y no es morbo lo que pido, sino verosimilitud de lo que me están vendiendo. Por último, creo que se decidió hacer mucho más liviana la carga emocional de film. Se centraron más en el maquillaje o las secuencias de aparición de los muertos vivos, que en generar atmósfera. A la pareja se le muere un hijo y a los dos segundos parece que ya están superando la tragedia. Hay herramientas para hacer más creíble este tipo de situaciones. Pregúntenle a Ari Aster (''Hereditary'', ''Midsommar'') si no.
En conclusión, creo que es una nueva remake que no cumple con la premisa principal de rehacer un film: Lograr superar al original con un trama conexa pero con personalidad propia.
Con estas remakes suelen suceder los mismos tipos de errores comunes. Se centran en modernizar los elementos estéticos y en mantener las escenas que más impactaron de la entrega original, generando alguna vuelta de tuerca como para que no sea un calco. Bueno, esto creo que es un error garrafal porque no tienen en cuenta variables que a mi entender son importantes.
En primer lugar, deberían tener en cuenta que al ser una película popular, el espectador ya sabe lo que va a suceder, es decir, pierde el efecto impacto que tuvo en su momento el estreno original. Es por esto que hacer algunos cambios cosméticos y no de profundidad en la trama no logra nada más que desazón. No digo que se deba cambiar totalmente la historia, pero se debería poder imprimirle una personalidad propia, que horrorice más, que incomode distinto, que nos vuele la cabeza con algún cambio significativo. Esto no sucede en la nueva versión de ''Pet Sematary''. Todo se limita a contar la historia nuevamente, con menos terror y modificaciones demasiado sutiles en la trama. En segundo lugar, y siguiendo con lo último a lo que hago alusión, la propuesta pierde en terror. Nada en este film es más aterrador que en la entrega de 1989. De hecho hay varios momentos donde se ''cuida'' demasiado a los protagonistas, de no mostrarlos en vulnerabilidad total. Por ejemplo, no se animaron a mostrar bien la muerte de uno de los hijos de la familia. Esto, en el año 2019, ya debería ser algo superado. Deberíamos poder ver la muerte de un niño sin que sea un tabú mostrar detalles que usualmente aprovechamos en el destino fatídico de un adulto en una película de terror. Otro ejemplo, mostrar una muerte donde no hay sangre en la escena... ¿Qué es eso? Si te lleve puesto un camión, va a haber sangre, mucha. Y no es morbo lo que pido, sino verosimilitud de lo que me están vendiendo. Por último, creo que se decidió hacer mucho más liviana la carga emocional de film. Se centraron más en el maquillaje o las secuencias de aparición de los muertos vivos, que en generar atmósfera. A la pareja se le muere un hijo y a los dos segundos parece que ya están superando la tragedia. Hay herramientas para hacer más creíble este tipo de situaciones. Pregúntenle a Ari Aster (''Hereditary'', ''Midsommar'') si no.
En conclusión, creo que es una nueva remake que no cumple con la premisa principal de rehacer un film: Lograr superar al original con un trama conexa pero con personalidad propia.
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