* * * * MUY BUENA
"Wonder" es una de esas películas tipo feel good, donde todo los que pasa es lindo, emotivo y tiene un aprendizaje por detrás. Por lo general suelen ser un verdadero dolor de cabeza, pero este nuevo trabajo de Stephen Chbosky ("The Perks of being a Wallflower") logra salir airoso del tema. Hay manipulación y golpes bajos, sí, pero están manajeados de una manera en la que se los terminamos perdonando. En primer lugar, los niños actores seleccionados tienen muy buen carisma y dotan de frescura a cada escena. Los mayores hacen también lo suyo, pero definitivamente son los más chicos los que se roban la película.
La historia cuenta la vida de Auggie (Jacob Tremblay), un niño que nació con malformaciones físicas en su cara por las cuales debió ser sometido a muchísimas cirugías para poder reconstruirle de a poco el rostro.
A causa de este problema, los primeros años de su vida escolar han sido bajo el formato de educación en casa, pero llega el momento en que sus padres, sobre todo su madre Isabel (Julia Roberts), deciden enviarlo a una escuela común para que puede comenzar a adaptarse mejor socialmente. El film en su mayoría explora la relación de Auggie con sus nuevos compañeros de colegio, con sus altos y bajos, haciendo amigos y enemigos en el camino, aprendiendo a surfear el mundo con sus altos y sus bajos. En cada paso que da la película, nos emociona y nos va enseñando a ser cada vez un poco mejores como personas. Superar los prejuicios, animarse a ser distinto de la masa, ser auténtico, compasivo, a no bajar los brazos, ser mejor que la persona insegura, tomar riesgos, decidir con el corazón y muchas enseñanzas más. A medida que va pasando el metraje, te irás sintiendo mejor con vos mismo y el mundo en el que vivimos. Esta es su fortaleza más grande y a su vez su mayor debilidad. ¿Por qué? Porque los adultos sabemos que el mundo es muchísimo más duro de lo que se ve en "Wonder" y presenta olas mucho más difíciles de surfear. En este sentido el film pierde un poco de credibilidad y se convierte en un aspiracional, el cómo deberíamos ser para que el mundo sea verdaderamente mejor de lo que es. Toca el tema del bullying, pero lo endulza de una manera que aliviana la carga. Por un lado está bien porque la propuesta pretende ser más una comedia y un vehículo para llenar de esperanzas al espectador que un dramón que nos acongoje, pero también se hace más superflua.
Es un raro caso de película melosa que por su buena dinámica, actuaciones y vocación del director, termina siendo un producto muy disfrutable y al que le perdonamos los aspectos que sabemos son un tanto inverosímiles. Para relajarse y dejarse llenar de la luz que proyecta "Wonder".
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