* * * * MUY BUENA
"Philomena" fue otra de las películas que logró varias candidaturas para los premios Oscar 2014 aunque finalmente no se quedó con ninguna estatuilla. Su nominación como Mejor Película del Año fue un tanto sorpresiva y para algunos (me incluyo) un tanto injusta. "Philomena" es un muy buen film del director inglés Stephen Frears ("La reina", "Alta fidelidad"), pero creo que hubo otras películas del 2013 que la superan y merecían estar en su lugar. Algunas de ellas son "Antes de la medianoche" de Richard Linklater, "Mud" de Jeff Nichols y "Balada de un hombre común" de los hermanos Coen.
En esta película de Frears, se toma un tema polémico como fue la venta de niños por una orden que formaba parte de la iglesia católica en Irlanda y cómo una mujer, con la ayuda de un periodista bien particular, logra luego de muchos años saber qué fue de la vida de su hijo.
El ritmo del film es bien británico aunque con un toque de liviandad que la hace más "mainstream" que la mayoría de sus pares.
La principal fortaleza está en la interpretación de su dupla protagonista, con una Judi Dench ("Casino Royale", "Notes on a Scandal") fantástica y muy convincente y un Steve Coogan ("Tropic Thunder", "Alan Partridge") que se pone más serio y pasa a jugar en las grandes ligas, ganándose un lugarcito en lo más alto de la creme inglesa.
Lo más flojo se podría decir que tiene que ver con la frialdad del abordaje, sin muchos momentos que realmente hagan sentir al espectador lo que sus protagonistas están viviendo. He leído que muchos críticos hacen alusión a la emotividad a la que supuestamente apela la película, pero yo no sentí esto y de hecho la percibí un tanto distante con el público, como muy ensimismada en su arrogancia.
Es un film que se disfruta y que está filmado con mucho profesionalismo, que pone en pantalla un tema polémico y sabe conjugarlo en clave de drama y también de comedia. No creo que sea un producto fundamental, pero entretiene y hace reflexionar sobre algunas cuestiones de la vida, cuestiones importantes como el perdón a los otros y hacia uno mismo.
En esta película de Frears, se toma un tema polémico como fue la venta de niños por una orden que formaba parte de la iglesia católica en Irlanda y cómo una mujer, con la ayuda de un periodista bien particular, logra luego de muchos años saber qué fue de la vida de su hijo.
El ritmo del film es bien británico aunque con un toque de liviandad que la hace más "mainstream" que la mayoría de sus pares.
La principal fortaleza está en la interpretación de su dupla protagonista, con una Judi Dench ("Casino Royale", "Notes on a Scandal") fantástica y muy convincente y un Steve Coogan ("Tropic Thunder", "Alan Partridge") que se pone más serio y pasa a jugar en las grandes ligas, ganándose un lugarcito en lo más alto de la creme inglesa.
Lo más flojo se podría decir que tiene que ver con la frialdad del abordaje, sin muchos momentos que realmente hagan sentir al espectador lo que sus protagonistas están viviendo. He leído que muchos críticos hacen alusión a la emotividad a la que supuestamente apela la película, pero yo no sentí esto y de hecho la percibí un tanto distante con el público, como muy ensimismada en su arrogancia.
Es un film que se disfruta y que está filmado con mucho profesionalismo, que pone en pantalla un tema polémico y sabe conjugarlo en clave de drama y también de comedia. No creo que sea un producto fundamental, pero entretiene y hace reflexionar sobre algunas cuestiones de la vida, cuestiones importantes como el perdón a los otros y hacia uno mismo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario