* * * BUENA
Para entender un poco esta película hay que necesariamente conocer un poco acerca de su director. Paul Thomas Anderson es un realizador y escritor californiano con un gran talento y una mirada original sobre como hacer cine. Algunos de sus trabajos más conocidos son "Petróleo Sangriento" que estuvo nominada a 8 premios de la Academia y "Magnolia", aquel maravilloso film en el que actuaba Tom Cruise y se exponían las miserias y bellezas de distintos personajes del San Fernando Valley en Los Ángeles, Estados Unidos. Si hay algo que no se puede negar de este director, es su mirada interesante y psicológica acerca de aspectos sociales y políticos de su país, nunca cayendo en lugares comunes del cine y siempre imprimiendo su sello narrativo. Dicho esto, debo decir que "The Master" me resultó muy complicada de querer y creo que es de los trabajos menos interesantes en su haber. En "Magnolia", "Petróleo Sangriento" y "Embriagado de amor" las temáticas, si bien estaban enfocadas en sucesos y personajes estadounidenses, eran de un tipo más universal y atractivas. Con este nuevo trabajo, la trama es tan lejana y particular de los Estados Unidos que el espectador que no pertenece a ese país y cultura es más bien un frío observador de lo que sucede en pantalla que alguien que puede ponerse en el lugar de los protagonistas. Los dos personajes principales son prueba de ello, Freddie Quell (Joaquin Phoenix) es un veterano con estrés post traumático producido por los horrores de la 2da guerra mundial, y por otro lado está Lancaster Dodd (Philip Seymour Hoffman) como un intelectual excéntrico que está en las puertas de la fundación de una nueva religión llamada "la causa" que basa sus métodos en la introspección temporal de las personas. Un poco lejano para estos pagos, ¿no?. La trama se balancea por la relaciones guía-aprendiz, doctor-enfermo, manipulador-manipulado que hacen a la esencia de la historia.
Las actuaciones y la fotografía de la película son simplemente espectaculares, al igual que algunos diálogos entre los personajes de Phoenix y Seymour Hoffman, pero la dinámica narrativa es tan personal y poco convencional que por momentos agota. No se sabe muy bien hacia donde nos quiere guiar el director, ni donde terminamos luego de los 144 minutos que dura el film.
Diría que "The Master" definitivamente no es para un público convencional, sino más bien está dirigida hacia los estudiosos del séptimo arte, esos que buscan experiencias distintas en el cine y que gustan de los trabajos de autor. Esta última cinta de Anderson es la más complicada de todas y la que menos empatía produce, asique cuidado a la hora de elegirla como opción.
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