* * * * * EXCELENTE
"El Chico de la Bicicleta" es una historia cotidiana contada de una manera extraordinaria creando una relación personaje-espectador de lo más interactiva. Uno no puede no involucrarse con los protagonistas y pensar constantemente como reaccionaría ante las vivencias que van teniendo lugar en la pantalla, nos atrapa y nos pone en el lugar del niño abandonado por su familia, de la mujer que decide acogerlo, de su novio cansado con la situación de compartirla con un niño que no eligió para su vida y así con otros personajes más que van apareciendo.
Quienes dirigen son nada más y nada menos que Jean-Pierre y Luc Dardenne, esos hermanos que han estado al frente de films como "La Promesa", "El niño", "Rosetta" o "El hijo", trabajos que han cosechado numerosos premios en cuanto festival internacional se celebró alrededor del globo.
Su sello es entregar una experiencia de emociones fuertes sin recurrir al melodrama o los golpes bajos, produciendo una interacción más humana y genuina que la media de historias dramáticas que pululan en el mundo cinematográfico.
En esta ocasión, la trama gira en torno a Cyril Catoul (Thomas Doret), un niño que ha sido abandonado por su padre Guy Catoul (Jérémie Renier, actor fetiche de los Dardenne y reciente aparición en la peli argentina "Elefante Blanco") en un colegio pupilo en el que no encaja. El nene no quiere creer que su propio padre lo ha abandonado y por supuesto esto le produce un gran conflicto interno que lo llevará a fugarse del colegio-hogar, por un lado para localizar a su padre y por otro para recuperar su adorada bicicleta que quedó en el departamento donde vivían. Durante la persecución, accidentalmente se topa con una peluquera de la cual se aferra literalmente para conseguir su cometido, situación que cambiará la vida de ambos para siempre.
Un historia excelente para conocer más a fondo como somos las personas, con nuestras actitudes infinitamente esperanzadoras y nuestras oscuridades más lamentables sin caer en cursilerías o recursos exagerados. Una francesa para disfrutar y salirnos un poco del cine mainstream.
Quienes dirigen son nada más y nada menos que Jean-Pierre y Luc Dardenne, esos hermanos que han estado al frente de films como "La Promesa", "El niño", "Rosetta" o "El hijo", trabajos que han cosechado numerosos premios en cuanto festival internacional se celebró alrededor del globo.
Su sello es entregar una experiencia de emociones fuertes sin recurrir al melodrama o los golpes bajos, produciendo una interacción más humana y genuina que la media de historias dramáticas que pululan en el mundo cinematográfico.
En esta ocasión, la trama gira en torno a Cyril Catoul (Thomas Doret), un niño que ha sido abandonado por su padre Guy Catoul (Jérémie Renier, actor fetiche de los Dardenne y reciente aparición en la peli argentina "Elefante Blanco") en un colegio pupilo en el que no encaja. El nene no quiere creer que su propio padre lo ha abandonado y por supuesto esto le produce un gran conflicto interno que lo llevará a fugarse del colegio-hogar, por un lado para localizar a su padre y por otro para recuperar su adorada bicicleta que quedó en el departamento donde vivían. Durante la persecución, accidentalmente se topa con una peluquera de la cual se aferra literalmente para conseguir su cometido, situación que cambiará la vida de ambos para siempre.
Un historia excelente para conocer más a fondo como somos las personas, con nuestras actitudes infinitamente esperanzadoras y nuestras oscuridades más lamentables sin caer en cursilerías o recursos exagerados. Una francesa para disfrutar y salirnos un poco del cine mainstream.
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