* * * * MUY BUENA
"J. Edgar" es el último film del reconocido director Clint Eastwood que vuelve al cine con un personaje muy controversial, al que muchos odiaron con toda su vida, un tipo cuya crueldad sólo se equiparaba con su genialidad, un villano de la vida real al que podemos ver en su faceta más humana gracias al profesionalismo del viejo Clint.
La película fue (según mi punto de vista) ignorada de manera injusta para la próxima entrega de premios Oscar que incluye en su lista de nominados trabajos como "El árbol de la vida", obra de Terrence Malick que sin ser para nada mala, no encaja en una competencia de cine comercial como esta. También se encuentra nominada "El juego de la fortuna", una cinta de buena calidad, pero que es a mi entender, inferior a J. "Edgar"... en fin... son esas injusticias típicas de los Oscar.
La producción es un pantallaso de la vida pública y privada de J. Edgar Hoover, director por más de 48 años del FBI, personaje infame y temido por el acceso que tenía a información confidencial de presidentes, artistas, políticos y demás tanto de Estados Unidos como del mundo entero.
El viejo Clint hace un juego inteligente en el que va exponiendo de manera cruzada situaciones de la vida pública de Hoover junto a situaciones de la vida privada que contrastan y develan al imperfectísimo hombre detrás de la figura pública. Racista, conservador, gay, ambicioso, compañero, hijo devoto, genio, loco... se pueden dilucidar todas estas características en el film, lo que equilibra su detestable imagen con un manto de humanidad que le arroja Eastwood. Es fabuloso ver todas las facetas de Hoover tratadas con profesionalismo infinito y objetividad.
Todos los actores están super prolijos, pero lo de Leonardo DiCaprio es bestial. A la academia debería darle vergüenza haber cometido el error de ignorarlo.
Lo mejor tiene que ver con la historia sentimental con su compañero Clyde Tolson (Armie Hammer), como naturalmente se va creando el vínculo amoroso y como esto le generaba internamente fuertes trastornos por la educación ultra conservadora que había recibido de su madre interpretada increíblemente por Judi Dench.
Una película para disfrutar de la pericia del viejo Clint y darse cuenta que hasta los más villanos son seres humanos.
"J. Edgar" es el último film del reconocido director Clint Eastwood que vuelve al cine con un personaje muy controversial, al que muchos odiaron con toda su vida, un tipo cuya crueldad sólo se equiparaba con su genialidad, un villano de la vida real al que podemos ver en su faceta más humana gracias al profesionalismo del viejo Clint.
La película fue (según mi punto de vista) ignorada de manera injusta para la próxima entrega de premios Oscar que incluye en su lista de nominados trabajos como "El árbol de la vida", obra de Terrence Malick que sin ser para nada mala, no encaja en una competencia de cine comercial como esta. También se encuentra nominada "El juego de la fortuna", una cinta de buena calidad, pero que es a mi entender, inferior a J. "Edgar"... en fin... son esas injusticias típicas de los Oscar.
La producción es un pantallaso de la vida pública y privada de J. Edgar Hoover, director por más de 48 años del FBI, personaje infame y temido por el acceso que tenía a información confidencial de presidentes, artistas, políticos y demás tanto de Estados Unidos como del mundo entero.
El viejo Clint hace un juego inteligente en el que va exponiendo de manera cruzada situaciones de la vida pública de Hoover junto a situaciones de la vida privada que contrastan y develan al imperfectísimo hombre detrás de la figura pública. Racista, conservador, gay, ambicioso, compañero, hijo devoto, genio, loco... se pueden dilucidar todas estas características en el film, lo que equilibra su detestable imagen con un manto de humanidad que le arroja Eastwood. Es fabuloso ver todas las facetas de Hoover tratadas con profesionalismo infinito y objetividad.
Todos los actores están super prolijos, pero lo de Leonardo DiCaprio es bestial. A la academia debería darle vergüenza haber cometido el error de ignorarlo.
Lo mejor tiene que ver con la historia sentimental con su compañero Clyde Tolson (Armie Hammer), como naturalmente se va creando el vínculo amoroso y como esto le generaba internamente fuertes trastornos por la educación ultra conservadora que había recibido de su madre interpretada increíblemente por Judi Dench.
Una película para disfrutar de la pericia del viejo Clint y darse cuenta que hasta los más villanos son seres humanos.
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